Sergio Valdeolmillos | Rey Gaspar en 2005

Ilusionante en el parqué y en la noche de Reyes

Valdeolmillos está pasando la Navidad en su tierra, en Granada. Ha terminado la temporada con el equipo que entrena, el Astros de Jalisco, con el que ha quedado subcampeón de la liga de México. De vuelta a su ciudad natal, ha querido recordar con IDEAL la tarde del 5 de enero de 2005, cuando tuvo la suerte de representar a Gaspar en la carroza de los Reyes Magos. «Fue un honor. Es un día en el que Granada se vuelca. Ver la cara de los niños es impresionante. Pero también es bonito ver la de los padres», comenta.

Aquel año era entrenador del ya extinto Club Baloncesto Granada. Sobre el parqué también repartía ilusiones cada fin de semana con el equipo que dirigió durante cuatro temporadas. En el curso 2003-2004, Sergio Valdeolmillos tuvo que subirse al balcón del Ayuntamiento de Granada para celebrar con el ascenso a la Liga ACB. Fue un día inolvidable. Pero los rostros de ilusión que tiene grabados en el corazón son otros. «Cuando acabó la cabalgata, nos recibieron en la plaza del Carmen. Ver a todos esos niños allí abajo es muy bonito. Es un sentimiento de admiración tremendo. Para mis dos hijos también fue importante, porque me vieron subido a la carroza», recuerda con emoción.

Este granadino ha dirigido al Baskonia en Euroliga y a equipos como Estudiantes y San Sebastián Gipuzkoa Basket Club en la ACB. Pero nunca llegó a ser jugador profesional de baloncesto. Por eso, el día que se convirtió en el representante de Gaspar tuvo que hacer algo de ensayo con el tiro al tablero de caramelos. «Fueron bolsas y bolsas de caramelos. Tiramos muchísimos. Los niños se tiraban al suelo como si fuera oro», y es que en total se repartieron 22.000 kilos de dulces. Casi nada.

Anécdota

En realidad, Sergio Valdeolmillos ya tenía experiencia en esto de las cabalgatas de los Reyes Magos. En 1982 participó en el cortejo de sus Majestades como paje de Baltasar. En ese año era un estudiante universitario que no se podía imaginar la trayectoria profesional en el mundo del deporte que iba a tener. «De ese día tengo una anécdota muy graciosa. Me subieron a lomos de un elefante y tenía que repartir caramelos, pero el animal no paraba de pedirme. Me exigía todo el rato su parte. No tenía más remedio que darle cuando me acercaba su trompa llena de babas», recuerda entre risas.

Embajador

Cuando este granadino habla de su tierra se le llena la boca. Por eso, recuerda con cariño cuando tuvo el honor de representar a Gaspar en Granada. No todo el mundo tiene la oportunidad de repartir felicidad en el desfile más esperado del año. Una ilusión por su trabajo que también le ha permitido ser entrenador de baloncesto y conseguir cruzar el charco para dedicarse a lo que le apasiona. También siente pasión por Granada. Por ello, cuando está lejos no para de repetirle a la gente «que es una ciudad única. Le cuento a la gente que el mismo día puedes esquiar y estar en la playa. Me siento responsable de promocionar mi tierra por el mundo», porque la ilusión es algo que caracteriza a Sergio Valdeolmillos. Cosas de estas fechas.