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Pepe Moreno
Granada
Miércoles, 28 de diciembre 2022, 00:54
Michie Yamaya pasó la Nochebuena en casa con su hijo. El menú fue bastante 'fusión'. Falafel con salsa de yogurt, solomillo con salsa de turrón, pastel de puerro y ensalada de sushi y maki con jamón serrano y queso. Todo esto disfrutado desde el suelo. Una cena que resume a la perfección la vida y trayectoria de esta japonesa que lleva más de 30 años en Granada.
Esta nipona llegó a España por la pasión de su marido: tocar la guitarra española. Aterrizaron en Alcoy, pero pronto llegaron a la ciudad de la Alhambra. Ella se especializó en realizar visitas guiadas a turistas japoneses y desde entonces ese ha sido su sustento.
Michie Yamaya se siente ya más granadina que japonesa, pero hay cosas que sigue echando de menos. «Antes solo podías encontrar salsa de soja en España, ahora hay mucha más variedad. Hay tiendas especializadas y se pueden pedir productos por internet para elaborar distintos platos», admite. También dice que los restaurantes japoneses en España «son como fusión», mientras saca una sonrisa pícara con la que quiere decir algo más. «Un día pedí sushi a domicilio y tengo que decir que el mío está más bueno», sentencia sin pelos en la lengua.
Lo que no añora es la tradición que hay en Japón durante Nochebuena. Allí es típico cenar pollo frito - de hecho la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken hace su particular agosto en este país durante Navidad- y tomar de postre una llamada Tarta de Navidad, un pastel ligero y esponjoso, con crema chantilly y cubierto con fresas naturales que simboliza la prosperidad del país. Y es que después de tanto tiempo en Granada es fácil acostumbrarse a lo bueno. Donde se ponga el jamón que se quite lo demás.
Michie Yamaya no olvida sus raíces y le gusta mostrarlas al resto de granadinos. Participa de forma muy activa en la Semana de la Cultura Japonesa de Granada que se realiza todos los años en la ciudad de la Alhambra. «Hago ceremonias del té para explicarle a la gente cómo hay que hacerlo, realizo talleres de caligrafía y visto el kimono tradicional. Lo más difícil fue ponerme esta prensa yo sola, nunca lo había hecho».
¿España o Japón? Difícil pregunta para alguien que ama las dos culturas. «Llevo mucho tiempo ya en Granada. Pero, cuando jugaron España y Japón en el Mundial de Qatar no sabía a qué selección apoyar. No he estado tan indecisa en mi vida».
Michie cuenta que el día de Navidad es importante en Japón, pero mucho más el 31 de diciembre, cuando se da la bienvenida a otro año. En este país solo el 1% de la población es cristiana y muchas tradiciones, como la del pollo, vienen por influencia de Estados Unidos. El resto de sus habitantes son sintoístas o budistas, sin predominar una religión por encima de la otra.
En el último día del años hay varias tradiciones muy marcadas y relacionadas con estas creencias. Los japoneses se preparan en este día para recibir a Toshigami-sama, el conocido como dios del Año Nuevo. Para ello, se realiza una limpieza general en las casas para acabar con las impurezas que estén relacionadas con el año que se despide. Todo acaba cuando se tocan 108 campanadas en los templos budistas de todo el país. Aunque en España son solo 12, también se tocan las campañas.
«Año nuevo, vida nueva». Todo el mundo conoce este refrán. Dejar de fumar, empezar con la vida de gimnasio (o por lo menos pagar la cuota) o aprender idiomas son algunos de los propósitos típicos que se plantean los españoles. Pero, no es 'typical spanish'. «En Japón también se hace y muchas cosas luego no se cumplen», ríe. Igual es por eso que no le ha costado nada adaptarse a esta japonesa que ya es más de Granada que de Kioto.
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Juanjo Cerero | Granada y Carlos Valdemoros | Granada
Lucía Palacios | Madrid
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