José Antonio y Tania disfrutan la Navidad con sus jerséis navideños en mitad de la Antártida. IDEAL
Navidad en Granada

Las Navidades de una pareja granadina a más de 15.000 kilómetros de su familia

El lojeño José Antonio Valverde y Tania Álvarez, de Cuevas del Campo, son dos jóvenes ingenieros de Caminos que trabajan durante el verano austral en la Antártida

Antonio Arenas

Granada

Viernes, 5 de enero 2024, 00:30

Hace poco más de dos meses que Jose, por segundo año, y Tania, por primera vez, iniciaban su aventura en el Polo Sur, donde ya sabían que les tocaría pasar la Navidad. «Habitualmente vivimos en Cambridge (Reino Unido) donde trabajamos para una constructora británica que ... nos ofreció la oportunidad de participar en un proyecto en la Antártida mejorando las infraestructuras de una base científica británica (Rothera), y aquí estamos», nos cuenta Tania después de relatar la larga travesía que les ha llevado desde Granada hasta Reino Unido y después hasta ese perdido rincón del mundo. Estamos hablando con suerte de un viaje de tres días, en vuelo comercial, hasta Las Malvinas y luego otras cinco jornadas en barco.

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Jose, de 32 años, trabaja en la mejora y renovación de la pista de aterrizaje de un aeródromo y Tania, de 33, en la construcción de un nuevo edificio de oficinas, almacenes y torre de control de tráfico aéreo que reemplazará a otros actuales que tienen más de 40 años. Antes de contarnos cómo se viven unas navidades a 15.000 kilómetros de España, nos explican que en la base científica británica trabajan seis días a la semana y normalmente libran los domingos, pero que en estas fechas festivas han preferido descansar los lunes del día de Navidad y Año Nuevo.

También que, aunque están muy lejos de sus seres queridos, intentan disfrutar estos días especiales con su «gran familia de la estación», compuesta por unas 150 personas.

De hecho la pasada semana la tuvieron llena de actividades para disfrutar por la tarde, bien visionando la película 'Solo en casa', un clásico de Navidad, bien en la cocina, preparando galletas de jengibre o jugando al bingo. Igualmente organizaron un partido de fútbol de 15 jugadores contra 15, lo cual permite sus propias «normas antárticas». También cuentan que en los días de descanso intentan «disfrutar de la nieve y así de paso recordar nuestra querida Sierra Nevada». O también, tal y como hicieron en el día de Nochebuena, «nada más terminar de trabajar, cogimos nuestras tablas de snow, subimos a la colina más cercana de la base y a disfrutar. ¡Hacía un día muy bueno y nos lo pasamos de maravilla!».

Tania comenta que, aunque los británicos no celebran la Nochebuena como lo hacemos en España, lo pasó muy bien pues después de cenar, todo el mundo tenía ganas de pasárselo bien y reír, para lo que en el bar de la base prepararon «desde karaoke hasta bailes en el suelo». En la jornada siguiente, «gracias al gran trabajo de los cocineros y todos los ayudantes, disfrutamos de una buena comida todos juntos. Justo antes de comer, también celebramos el amigo invisible en el que los participantes, como no hay nada para comprar, hicimos manualidades para preparar nuestros regalos».

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Música, nieve y whisky

También cuentan que en Nochevieja contaron con una banda de música en directo compuesta por personas de la estación a las que le gusta tocar algún instrumento musical. «Luego antes de medianoche subimos al punto más alto de la estación y nos las apañamos para encontrar uvas y grabamos las campanadas de España y nos las pusimos en el móvil. Fue muy divertido y diferente, porque también se puso a nevar justo en ese momento. Los británicos hicieron la cuenta atrás para las 12 y brindamos con un chupito de whisky», añade.

Respecto al día de Reyes, explica que no se celebra aquí, pero ellos se llevaron regalos que se entregarán en esa jornada. «Hemos preparado un miniárbol de navidad con madera de la obra, así que pondremos los regalos debajo del árbol».

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Reconocen que el tiempo también les ha acompañado, porque «como es verano aquí, hay luz las 24 horas del día y no hace tanto frío», por lo que también han podido dar paseos alrededor de la estación para disfrutar de la increíble vida animal. «Hasta el momento, los dos animales que más vemos son los pingüinos Adelie y las focas Weddel», indican antes de explicar que en abril les toca preparar las maletas para regresar.

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