2023, el año de mi vida | Párroco de Joaquina Eguaras

«Esta parroquia está todo el día abierta, ha sido nuestro año»

La iglesia del Espíritu Santo es una metáfora que brilla. Los siete dones del Espíritu Santo son sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios, y son también los siete lucernarios de la nueva novísima flamante parroquia del Espíritu Santo, en la calle Joaquina Eguaras. «Un milagro de Dios», explica el párroco. A través de estos lucernarios las luces mutan en colores y componen una sinfonía diferente mientras abajo, en las bancadas, los feligreses llenan día a día la nueva parroquia.

Es un año feliz este 2023 que ahora se despide lleno de bendiciones y sonrisas por la nueva casa de Dios. La parroquia fue inaugurada. Perdón, no se dice inaugurada, se dice consagrada. Perdón de nuevo, tampoco es consagrada. «Ahora se dice dedicación, nos explicó el liturgista de la Catedral de Granada, así que nuestra parroquia fue dedicada en septiembre al Espíritu Santo, y abrió sus puertas».

Este momento intenso e íntimo, pero también de toda la familia de Joaquina Eguaras, ha permitido convertir 2023 en el año de la luz, «eso sí, pasando algunas noches oscuras. Por las luchas, por todo lo que hemos pasado para llegar hasta aquí, el seguir pagando este proyecto, que es mes a mes», explica ahora el párroco.

Desde entonces, todo son sensaciones gratificantes. «No paramos. Sigues luchando con la gente, con los feligreses. Cuando hemos venido aquí, al estar la iglesia nueva, también ha aumentado el número de personas que viene a las celebraciones, especialmente los fines de semana».

Pero también a diario. No paran de organizar actividades, desde la formación cristiana de niños a mayores y la catequesis, a la atención a las personas sin hogar, la colaboración con Cáritas o también con el Proyecto Emaús de Casería del Cerro, «un proyecto transformador desde el punto de vista educativo», destaca el párroco.

La arquitectura de la iglesia no solo llama la atención por dentro, cuando los rayos de luz se convierten en un mosaico de colores. Llama la atención que la gente llega a la puerta acristalada, como una ventana al revés, para mirar hacia adentro.«El cristal muestra la Palabra de Dios y entra y la lee». Es decir, se ve una gran Biblia abierta de par en par que invita a la lectura, y también a al reflexión.

Asimismo, ha habido críticas, que el párroco deshace con un leve gesto de la palma de su mano y una frase correcta. «Es que ahí en la entrada se van a juntar los pobres», me dijeron, entre molestos y preocupados. «Ojalá», respondí. Y más. «Este lugar está todo el día abierto como referencia, vengan a orar o a quitarse de en medio. Es también un lugar como una posada para que la gente pueda echarse un descanso de su jornada de su día».

También tiene buenas palabras de recuerdo para la antigua iglesia. «La antigua parroquia estaba más oculta, no se veía». «Allí se puso la base que ahora en 2023 se ha lanzado a nivel de celebraciones». Y eso que estaba enfrente. «Por ejemplo, hay dos coros, el que había entonces de jóvenes. Y este año se ha creado una coral de gente adulta para cantar. Se están preparando para las Navidades con sus villancicos. Para darle vida a las celebraciones en las que se implica la comunidad».

2023 también es el año de los feligreses. «Están supercontentas. Ven su casa grande. Se ven en este templo nuevo. Es un sueño realizado. Los sueños que se sueñan juntos y se ven hechos realidad los cristianos los compartimos felices».

Queda la guinda. «Estas Navidades van a ser especiales, estrenando esta casa».