Puerta Purchena

364 inocentadas

«Lo mismo que Zamora no se conquistó en una hora, Almería tampoco ha superado en 2023 sus déficits de medio siglo y más»

José María Granados

Periodista

Miércoles, 27 de diciembre 2023, 23:28

Pepe 'El Tomillero' repasa el año que está en las últimas y mira al nuevo con la esperanza de que la historia que vaya escribiendo contenga más hechos que palabras en lo que se refiere a Almería y su realidad. No es que esta tierra ... nuestra no haya avanzado, no, que andar anda pese a todo, sino que llevamos años con las mismas peticiones escritas en la carta a los Reyes, con lo que, de doce en doce meses, nos queda la sensación de que nunca nos traen lo que pedimos que, en este caso, no es otra cosa que lo que necesitamos.

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Basta con leer la prensa local escrita o electrónica, escuchar las diferentes emisoras de radio que aún conservan programas locales y bichear entre las redes sociales, para encontrarnos de nuevo con viejas reivindicaciones que seguramente volverán a difundirse dentro de doce meses con la misma intensidad. La vida es así, una serie de círculos transformados en espiral en los que Almería aparece reflejada como una isla a la que no se reconoce en su justa medida.

Si nos vamos un rato a la hemeroteca y trasteamos en las páginas de los diarios descubrimos una cantidad ingente de noticias que, en papel más o menos amarillento, se repiten más que una indigestión de pepinos. Y lo que nos espera, que lo mismo que Zamora no se conquistó en una hora, Almería tampoco ha superado en 2023 sus déficits de medio siglo y más.

No hay que detenerse en esas cuestiones que necesitan un presupuesto elevado, para las que son necesario movimientos de toneladas de papeles, estudios, anteproyectos, proyectos, modificados… No. Hay cosas pequeñas, de andar por casa, que también se eternizan una barbaridad y que nos sacan de los nervios. Nada tan complicado como ordenar que se lleve a cabo la señalización horizontal de calles, caminos y carreteras locales; ni nada tan difícil como rasurar las barbas de las palmeras, podar los arbustos de las medianeras, las ramas agresoras de peatones de los árboles de las aceras; limpiar más a menudo las calles -no solo las que ya se limpian en función de la categoría de sus vecinos-; elegir los soportes de luz acorde con la vía en la que van a ser colocados, con farolas más altas donde no hay vegetación arbórea y faroles por debajo de la altura de los árboles, allá donde los hay; plantear un plan de alumbrado que no dependa de lo que dure la luz de los escaparates de los comercios; poner una pareja de policías locales a la entrada del Paseo de Ribera para impedir que sea un coladero de ciclistas; crujir el bolsillo de los patinadores eléctricos que ni llevan casco, ni se han leído la ordenanza, ni saben que existen límites de velocidad, ni ni ni ni… Hacer la vista gorda con lo mismo todos los días sólo conduce a empeorar las cosas.

Hoy es día de los Santos Inocentes y, de seguirse la tradición, las bromas se repartirán por toda Almería en un día señalado y propicio para ello. Pero lo cierto es que en este 2023 hemos tenido bromas a diario y se cerrará con 364 jornadas de inocentadas que, de hecho, no nos hacen ni pizca de gracia y que lo único que ponen de manifiesto es que hay algo que frena el desarrollo normal de Almería, de cara los grandes asuntos y de frente también a los pequeños, a esas 'cosicas' que nos harían un poco más felices en el día a día.

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