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Agrupémonos todos en el PCP

Viernes, 6 de septiembre 2019, 00:28

Uno de los indicadores más fiables del nivel de sectarismo y moral en una democracia es la reacción de los políticos ante la corrupción de sus semejantes. Por desgracia hemos comprobado como ese lema de 'regeneración' que tanto manoseó la nueva política y le siguió ... de manera entusiasta la «vieja» ha quedado en otro comodín más de la estafa estética del marketing post-moderno: hablar mucho de algo para ocultar que si no se hace lo contrario, se hace absolutamente nada. Con las imputaciones de Cifuentes y Aguirre los papeles de víctima y verdugo escenificados en los ERE se cambian en Madrid: ahora es la derecha la que pide presunción de inocencia y la izquierda quien tiene la guillotina de la culpabilidad no demostrada a pleno rendimiento. Es decir, al igual que la derecha andaluza con Griñán y Chaves, finalmente ofrendados y expuestos ante Ciudadanos por su hija predilecta, Susana Díaz, dispuesta a sacrificar a todos y a cualquier cosa con tal de no sacrificarse ella misma.

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