Aludidos

Uno de los problemas del periodismo actual es la proliferación de tertulianos sin freno en la lengua que se jalean entre ellos para ver quién dice la barbaridad más grande ante el entusiasmo del resto. Y digo que es uno de los problemas del periodismo actual porque flaco favor hacen a la sociedad en general estos tertulianos que han profesionalizado la manipulación según los intereses políticos que los muevan a ellos o a los medios en los que participan y me da igual que sean de derechas, de centro o de izquierdas porque todos actúan de la misma manera, aunque eso sí algunos demuestran tener cierto nivel intelectual y de formación, mientras que otros demuestran y muestran sin pudor todo lo contrario.

Bueno, yo oí las declaraciones de Gloria Calero cuando las realizó y pensé que sí que había que reflexionar sobre el cambio que se está produciendo en este país en el que el hombre (y me refiero a él como especie) va transitando desde la condición de persona a la de animal. Solo así se puede entender el aumento de las violaciones y agresiones sexuales, más aún cuando estas se hacen de forma cobarde y amparados en la actuación del grupo, de la manada. Así pues yo no me sentí aludido ni ofendido en ningún momento por la pregunta de la delegada del Gobierno en Valencia (del PSOE claro), pero no parece que esa haya sido la tónica general, al menos entre esa caterva de contertulios interesados a los que aludía antes.

A los primeros los oí en la Cope a nivel nacional y allí se sentían dolidos e insultados por Calero por extender a todos los hombres su pregunta retórica puesto que quienes allí hablaban era gente de bien. Tampoco todos somos futbolistas, pero cuando la selección española mete un gol es toda la nación la que lo ha metido y, en su caso, ganado el partido. Pero donde más indignación se produjo es en la sucursal de Jiménez Losantos en Almería. Allí los contertulios también se dieron por aludidos (algo que sigo sin entender) y dedicaron toda una andanada de insultos y descalificaciones a Gloria Calero e, incluso, alguien dijo que la delegada del Gobierno era fea que no sé a santo de qué venía semejante estupidez.

Pero lo peor de todo es que esto ocultó la verdadera razón por la que Gloria Calero había lanzado la pregunta. Imagino que estos tertulianos tienen hijas, tienen hermanas, tienen nietas y doy por hecho que les duele lo mismo que a mi cuando una mujer o una menor es violada. A alguien oí no hace mucho que a una niña de doce años no se la puede tocar ni aunque venga con las bragas por los tobillos, y así es. Tampoco al resto.

En las últimas semanas además de las dos niñas violadas en Burjassot y la agredida en Villarreal hay que sumar el intento de violación grupal hace tres semanas en Málaga por el que dos hombres ingresaron en prisión, sin olvidar la agresión sexual de tres jóvenes a una mujer de 30 años en Pulpí. Y suma y sigue. Según datos del Ministerio de Interior correspondientes a 2021 en ese año en España se registraron un total de 2.143 denuncias por el delito de agresión sexual con penetración. Son cerca de seis violaciones al día, o lo que es lo mismo: una cada cuatro horas. Si esto no nos hace reflexionar no hay nada que nos lo pueda hacer y sí, debemos reflexionar todos y preguntarnos qué nos está pasando y porqué hemos llegado a esta situación que nos debiera preocupar y avergonzar.

Al menos nos queda el consuelo de que tras la aprobación del 'solo sí es sí' en el Congreso de los Diputados la nueva ley endurece las penas para las agresiones y violaciones. El caso de 'la manada' de Pamplona y las reacciones de la sociedad española (no hay que ser feminista para ello sino tener un mínimo de decencia) nos han llevado a esta nueva ley que se olvida de los abusos para centrarse en dos aspectos: agresión sexual (tocamientos y todo tipo de asaltos contra la libertad sexual), y violación que es la agresión con penetración. Y lo mejor es que ya no habrá multas sino que todos los delitos se pagan con cárcel. Penas más duras para una sociedad que cada vez parece más enferma.