Desfile de la delegación española. EFE
Opinión

Olimpiadas en París

Los Juegos Olímpicos son mucho más que pruebas de atletismo, campos de fútbol, canchas de baloncesto, pistas de tenis, piscinas para deportes acuáticos, infraestructura para acoger cada uno de los acontecimientos y cobertura mediática.

Ana Moreno Soriano

Jaén

Sábado, 3 de agosto 2024, 22:54

Vi el jueves pasado la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos -el acontecimiento deportivo más importante del mundo que hunde su origen en la antigua Grecia- y creo que Francia no defraudó en la puesta en escena: el Sena transitado por los barcos con ... las delegaciones olímpicas de los distintos países y sus riberas evocando la vida en rosa de Edith Piaf, el cancán del Moulin Rouge, los cuadros del Louvre con la Gioconda recuperada de nuevo, el homenaje a los trabajadores y trabajadoras que están reconstruyendo la catedral de Nôtre Dame y el guiño a Víctor Hugo en la figura de Quasimodo corriendo entre sus torres; el tributo al amor en los libros y en el aria de la ópera de Bizet; los gritos de la Revolución Francesa -libertad, igualdad y fraternidad- con el cuadro de Delacroix y la Bastilla de fondo; la magnífica arquitectura, la amplitud majestuosa de los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo al fondo…; la aportación de Francia a la ciencia y a la técnica, las actuaciones musicales y los desfiles de modas; el himno nacional en la voz de la cantante lírica Axelle Saint-Cirel en el techo del Grand Palais y el homenaje a las feministas francesas con los nombres, entre ellas, de Olimpia de Gouges, Louise Michelle y Simone de Beauvoir; la antorcha olímpica llevada de mano en mano por prestigiosos deportistas hasta su destino.

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Fueron varias las horas transcurridas hasta que las delegaciones llegaron, a través del Sena, al último puente que une la plaza de Trocadero y la Torre Eiffel, con la figura de Juana de Arco a caballo sobre el puente y el magnífico espectáculo que tuvo lugar a continuación y, durante ese tiempo, pasó ante los ojos de quienes asistíamos a la ceremonia una parte importante y fundamental de la historia de Francia, de su cultura, de su música, con los habitantes de París expectantes y entregados, coreando La Marsellesa desde distintos ángulos de la ciudad, desde sus balcones y ventanas, sintiéndose protagonistas del acontecimiento, recibiendo a los deportistas de todos los países y conscientes de la coyuntura en la que se celebran estos Juegos Olímpicos, como demuestra el hecho de que mostraran su rechazo a la delegación de Israel y recibieran con aplausos a la delegación de Palestina, una expresión de solidaridad con este pueblo masacrado, que tanto merece paz y justicia.

Recuerdo todas estas imágenes que pasaban por mi retina y que me llevan a alguna reflexión: por una parte, los Juegos Olímpicos empezaron a celebrarse en la ciudad de Olimpia, en honor del dios Zeus hace casi treinta siglos, como una tregua en las hostilidades entre pueblos; sería bueno tenerlo en cuenta, no porque Grecia fuera un lugar idílico –ya lo sabemos- sino porque el espíritu olímpico debería ser siempre lo contrario a la violencia, la explotación o el dominio de un pueblo sobre otro.

Y, por otra parte, pienso que los Juegos Olímpicos son mucho más que pruebas de atletismo, campos de fútbol, canchas de baloncesto, pistas de tenis, piscinas para deportes acuáticos, infraestructura para acoger cada uno de los acontecimientos y cobertura mediática; la ciudad anfitriona muestra, como hemos visto, su historia y su presente y, durante unos días, abre sus puertas a la mayor cita del deporte; en ella conviven personas de distintas culturas que pertenecen a países enfrentados por contradicciones históricas, asolados por guerras, sometidos a la explotación de sus recursos naturales, obligados a migrar para sobrevivir; son, además de atletas, ciudadanas y ciudadanos del mundo y yo deseo que el espíritu olímpico impregne estos días, que quienes tienen la oportunidad y la satisfacción de estar allí ofrezcan lo mejor de sí mismos, pero también que avancemos en la conciencia de un mundo en paz, para vivir y disfrutar del deporte.

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