Confieso que cuando la Vicepresidenta del Gobierno de España declaró sobre la exhumación de los restos del que fuera fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, de que «era una anomalía histórica» me produjo una cierta sensación de perplejidad; su frase, no acertaba ... a comprenderla pues no sé si se refería a la presencia de los restos de José Antonio en el Valle de los Caídos, a la muerte del «Fundador de FE», al proceso de exhumación en sí mismo o incluso si me apuran al concepto de anomalía que definiera Thomas Kuhn en su obra «La estructura de las revoluciones científicas».
Puestos a valorar la insigne opinión de la ministra comunista, la Sra. Yolanda Díaz, solo acertaba a comprender que la única anomalía histórica de este proceso era ella misma, pues su propia forma de vida y su expresión material es la de una burguesita cursi, muy afectada por las apariencias, pero que se declara comunista, lo que supone la formalización en su persona del principio de no contradicción; es decir no se puede ser a la vez burguesa y comunista pues implica falsedad… realidad que se constata en ella y en otros muchos miembros del Gobierno. Claro que aplicar la lógica al ser y actuar del Gobierno de España es imposible.
Lo evidente es que vivimos los españoles en una realidad plagada de anomalías, es decir de desviación de las reglas, así la ley que dice proteger a las mujeres pone en la calle a violadores y pederastas, la ley para el fomento de la vivienda social protege a los ocupas desalentando a los propietarios e inversores y con ello imposibilitar su desarrollo, sin olvidar de que en el fondo es más falsa que las promesas de Sánchez como no podría ser de otra manera. La encendida protección del medio ambiente en Doñana, no se sostiene por cínica y contraria a dicha protección; no olvidemos que la gestión socialista de Doñana es la responsable de las sanciones de la Unión Europea, sin olvidar otros atentados sobre este espacio protegido perpetrados y propuesto por la administración socialista.
Otra anomalía histórica del 'sanchismo' es su chulería cuando manifiesta que las leyes se van a cumplir en toda España, lo que me recuerda la famosa frase del torero Rafael 'El Gallo' cuando al pasar junto a la máquina del tren que lo traía de Andalucía y ya en Atocha , ésta descomprimía la caldera arrojando chorros de vapor y un fuerte rugido, lo que le hizo pronunciar al torero la famosa frase: «esos cojones en el Despeñaperros», o lo que es lo mismo en tiempo presente , esos c… en Cataluña, Vascongadas o con los podemitas y como eso no va a ocurrir, lo calificamos como una anomalía en la conducta de cualquier ser humano con un mínimo de entereza personal y moral.
En estos días comentaba un historiador almeriense que se está construyendo la Historia desde distintas perspectivas, en unos casos manipulando los hechos, en otros silenciando los hechos y también, buscando perspectivas que permitan objetivar la realidad de los hechos de forma favorable a los intereses personales o de grupo. Tal vez habría que inscribir estas anomalías históricas, referidas a las exhumaciones, en ese contexto de las perspectivas apuntadas, tal vez para convertir, esas anomalías en la norma, en paradigma de una verdad que nunca fue. Ello me recuerda a los franceses que, en la Guerra de la Independencia, desenterraron al Gran Capitán de su tumba en los Jerónimos de Granada, evidenciando con ello la frustración de su incapacidad para vencerle en vida.
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