Anda mucha gente preocupada por la situación en la frontera este de Europa, la política de rearme que hay que afrontar, el posible desamparo militar ... de los Estados Unidos, la guerra de Palestina o la represión de Erdogan en Turquía, cuando empiezan a divulgar los medios de comunicación la necesidad de ir preparando un equipo de supervivencia para que, en caso de una posible crisis, podamos garantizarnos una supervivencia de al menos setenta y dos horas; en mi caso yo lo tenía asumido desde hace décadas por el riesgo de un posible terremoto. De igual manera hay otras personas que a todo esto ni le presta atención y ni les preocupa lo más mínimo, significando que eso pasa en el extranjero y les pilla lejos, así que 'Carpen diem' (a disfrutar del presente).
El Gobierno, ante estos temas, ni se entienden entre ellos ni tratan de que lo entienda los ciudadanos, ya sea utilizando eufemismos o negando la mayor; tratando a la vez de despistar a Europa presentando como inversiones estratégicas de defensa el tranvía de Jaén o el AVE a Almería y aunque la apuesta europea es muy tozuda, el trilero de la Moncloa se fía de su rapidez en mover los cubiletes que ocultan la bolita, aunque lo cierto sea que la realidad pinta bastos.
Esta semana me enviaron un artículo de prensa sobre las obras en una pequeña isla del archipiélago de Las Marianas, cuyo nombre se puso en honor de Mariana de Austria esposa de Felipe IV. Estas islas están en el Pacífico al este de las Filipinas y cerca del Japón. En una de ellas, la conocida como Tinián, en la II Guerra Mundial, se estableció una base militar norteamericana de la que partían los bombarderos que asolaron Japón con las bombas nucleares. Las obras tratan de restaurar la abandonada base de North Field que vuelve a recuperar su valor estratégico con vistas a una posible crisis con China. Para comprobar la noticia realicé una identificación por teledetección utilizando el satélite europeo Sentinel II, que obtiene imágenes cada 10 días con una resolución espacial de 10 metros; en ellos se advertía cómo, a partir de la llegada de la administración Trump, se está realizando un ingente esfuerzo para poner en servicio esta base, habilitando dos grandes pistas de 2,5 km de longitud y 140 m. de anchura, con una franja central asfaltada de 50m., lo que permite operar a los aviones más grandes a plena carga como los súper bombarderos; recuperando, además, amplias áreas de aparcamiento y otras instalaciones logísticas y de defensa. Desde esta base se pueden controlar el mar de la China, el estrecho de Taiwán y alcanzar el interior del territorio continental chino.
Ello nos evidencia la vuelta a un antiguo escenario geoestratégico en el que la superpotencia emergente como es China sustituye a la que fue, caso del Japón; pero China tiene un poder mucho mayor, tanto militar como político y comercial. Esto supone la posibilidad real del desplazamiento de las inversiones militares de Estados Unidos en Europa hacia Asia. Ello implica que Europa debe hacer frente al peligro procedente del este, encarnado por Rusia, mientras que el flanco sur, definido por el norte de África y con la complejidad que plantea, tengan España e Italia, por su proximidad geográfica, que asumir los mayores riesgos; aunque hoy Marruecos, se ha convertido en un estado muy fiable para Estados Unidos y sus objetivos estratégicos como son el control del estrecho de Gibraltar y la defensa del mismo, frente a las amenazas ruso-chinas desde los países del Sahel y centroafricanos, amortiguando el impacto militar previsible. No obstante España cuenta con unos espacios logísticos para los americanos de gran capacidad e interés geoestratégico, lo que implica su defensa, pero también sus riesgos, situándonos en una realidad preocupante pero no por ello tiene que ser ineluctable.
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