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No creo que nadie ponga en duda los cambios que está experimentando la ciudad. Quizá, en ocasiones, seamos más subjetivos y duros con nuestra propia ciudad que con aquellas que visitamos y que nos parecen siempre mejor que la nuestra. A mi me pasa, lo ... reconozco. Salgo de Almería y todo lo que veo me parece más bonito, más cuidado, más limpio, en definitiva, más cómodo para el ciudadano. Y lo mismo es así, pero siendo objetivos debemos reconocer que Almería no está tan mal y el resto tampoco están tan bien. A pesar de los déficits que todavía padecemos en la capital es justo reconocer que las cosas van cambiando, quizá lo hagan a un ritmo más lento de lo que quisiéramos, y que poco a poco estamos consiguiendo una ciudad más amable para todos y una capital que puede ir con la cabeza alta en cuantos foros participe.
Pero más que una percepción personal lo mejor es recurrir a hechos concretos y analizar la realidad desde todos los puntos de vista, los positivos y los negativos. A partir de mañana Almería mejora su oferta turística y su atractivo como ciudad con la apertura de la pasarela peatonal del Cable Inglés. Se trata de la recuperación para los ciudadanos de uno de los emblemas de la ciudad y no solo se ha conseguido recuperar sino que se podrá observar en toda su belleza además de aportar unas vistas sobre la bahía y la propia ciudad difícilmente imaginables. Una obra que se integrará en lo que nos depare el Puerto Ciudad que contribuirá a cambiar la fachada marítima de Almería. La recuperación del Cable Inglés no deja de ser un logro importante gracias a la colaboración de todas las administraciones que han apostado por su recuperación y por ofrecérselo a toda Almería.
Puestos a recuperar hubiese preferido que se hubiera recuperado también el Toblerone como espacio cultural y de ocio en lugar de haber construido en el solar que dejó libre dos horribles torres que no creo vayan a recibir nunca un premio de arquitectura y que, a la postre, ha eclipsado la belleza de la antigua estación de Renfe. Y hablando de la estación ¿para cuándo su apertura a todos los ciudadanos?
El jueves se abrió al público el Mesón Gitano que alberga en su interior el antiguo barrio andalusí de la ciudad a los pies de otro histórico monumento como es la Alcazaba. Una buena ocasión para conocer la historia de esta ciudad y la manera de vivir de los entonces almerienses que residieron en la zona entre los siglos XI y XIII. Una interesante apuesta cultural que se suma a la amplia oferta museística de la capital como el Museo Doña Pakyta, el Arqueológico, el Museo de Almería, el Centro de Interpretación Patrimonial, el Centro Andaluz de la Fotografía, oferta que se verá reforzada con el Museo del Realismo Español que se abrirá en el recién rehabilitado Hospital Provincial de Almería.
Y siguiendo en el casco histórico no se puede obviar todo el entorno de la Alcazaba con el Parque de la Hoya y las actuaciones urbanísticas llevadas a cabo que confluyen en una Plaza Vieja que, afortunadamente, conserva sus ficus. Y junto a la muralla de la ciudad el monumento al Sagrado Corazón, un privilegiado balcón sobre la capital que por desgracia nadie ha sabido todavía cómo recuperarlo definitivamente para la ciudad haciendo de él un lugar de encuentro para almerienses y turistas a pesar de los proyectos existentes para ello.
No obstante todo lo anterior la capital tiene unos déficits de calado que la han frenado en su intento por convertirse en una ciudad importante y bella. Quizá el mayor los propios almerienses que no la hemos sabido cuidar y mimar, pero su renovación va a necesitar muchos años, así que a lo mejor nos tenemos que centrar en otras cuestiones.
Las comunicaciones es una de las mayores injusticias que se ha cometido con esta ciudad y con esta provincia. No tengo ninguna duda de que el AVE llegará en 2026 como está previsto, pero para nosotros nos quedamos todo lo que hemos sufrido y padecido para viajar a y de Almería. Trenes nada competitivos, vuelos prohibitivos y autovías que llegaron, pero siempre más tarde que al resto. Aún así el sector exportador se ha convertido en el principal motor económico de la provincia y los turistas han seguido viniendo.
Y hay retos por delante, claro que sí. Como recuperar el esplendor de nuestra arteria comercial. No podemos pensar en peatonalizar o casi el Paseo de Almería si no somos capaces de contar con un tejido comercial vivo y activo. Los centros comerciales no están mal, pero el centro de la ciudad está mejor y si no hay atractivos para que los ciudadanos acudan a él solo conseguiremos su desaparición. Y no me refiero a la Cabalgata de Reyes, las noches en Blanco o Negro o la cabalgata Anunciadora de la Feria de Almería.
Y más retos como la recuperación de los barrios o eso que cuesta tanto en Almería como es el mantenimiento de lo que se hace. No obstante tenemos una gran ciudad que va cambiando poco a poco y mejorando con rapidez. Pero no todo es perfecto, claro está. Si lo fuese la tendríamos que llenar de almerienses para destruir la perfección. Es ironía.
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