Puerta Purchena

Patinetes

«Todavía nos queda mucho camino por recorrer hasta conseguir concienciarnos de que los patinetes eléctricos no son un juguete sino un vehículo con el que hay que circular con la máxima prudencia»

Sábado, 23 de diciembre 2023, 21:35

Marchaba hace unos días caminando por la calle en dirección al centro de Almería hasta que llegué al cruce de Doctor Carracido con la avenida Federico García Lorca. En esa esquina a punto estuvo un hombre de ser atropellado por un joven que conducía un ... patinete y que, por la edad, seguramente iba a clase.

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Resulta que el rebaje de la acera se mete a la derecha lo que contribuye a que los patinetes vayan hacia él sin tener visibilidad de los peatones que caminan por ella. Resulta también que por ahí no pueden circular lo que llaman Vehículos de Movilidad Personal, o sea patinetes. Y resulta que el joven casi se lleva por delante al hombre que caminaba tranquilamente y que podrían haber sido víctimas, ambos, de un accidente o, cuando menos, de haberse llevado cada uno un buen golpe.

Lo preocupante es que esto de los patinetes se está convirtiendo en un grave problema social al que hay que poner coto cuanto antes. Al hilo de esto la alcaldesa, María del Mar Vázquez, participó el martes en una campaña que tiene como objetivo que los niños acudan al colegio en bici, es decir, que vivamos todos de una manera más sostenible y nos olvidemos de una vez de los coches.

Esta campaña se sostiene sobre dos argumentos de peso al que yo sumaría uno más. El primero que uno de cada tres estudiantes acude a clase en vehículo particular a motor, léase automóvil. El segundo que la distancia media de las viviendas de los estudiantes capitalinos a su centro de formación no supera los tres kilómetros. Y el tercero que yo añadiría, que dado la velocidad al que va el cambio climático en el Mediterráneo salir en bicicleta no supone ningún problema puesto que bien abrigado es muy llevadero.

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Ahora bien, por poner peros no basta con que los chavales vayan a clase en bici. Hay que educar a los padres para que fomenten esta práctica y hay que conseguir que el uso del coche sea el mínimo posible porque no hacemos nada si mandamos a nuestros hijos a clase sobre sus bicicletas, pero las calles por las que deben transitar los escolares están atestadas de vehículos con el peligro que eso conlleva. De todas maneras, por algún lado hay que empezar y la iniciativa me parece positiva aunque debe tener otros apoyos para que se consolide.

Pero volviendo a los patinetes que es de lo que iba esta columna, me cabe la duda de si los estamos utilizando de manera correcta. No me refiero solo a los usuarios, que también, sino a quienes deben velar porque las ordenanzas y las normas que rigen su presencia en las calles se respeten. El jueves este periódico publicaba un amplio reportaje sobre los patinetes y sus normas. Medidas que parecen básicas, pero que uno va por la calle y comprueba que la mayoría de los usuarios las pasan por alto y tampoco sé si la policía municipal encargada de velar por su cumplimento lo hace.

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El reportaje hablaba de que no se puede circular por las aceras. Quien desafíe la norma puede recibir una multa de 200 euros y basta con darse una vuelta por la calle para comprobar que muchos circulan por ellas tranquilamente.

El conductor del patinete debe protegerse con un casco. En un patinete no pueden ir dos personas. Si lo hacen la sanción es de 100 euros. Sobre el patinete no se puede usar el móvil ni se puede ir con auriculares. 200 euros de multa. Lógicamente el conductor de uno de estos vehículos no puede haber ingerido alcohol ni drogas y está obligado a someterse a la prueba de alcoholemia si la autoridad así lo requiere. En caso de dar positivo multa de entre 500 y 1.000 euros.

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No se puede circular de noche sin luces; sanción de 200 euros ni viajar a más de 25 kilómetros por hora. Una cosa importante que quizá no se tenga en cuenta: los menores también pagan las multas que se les impongan por lo que son sus padres o tutores los que las deberán satisfacer. Todo ello en términos generales porque luego los ayuntamientos pueden elaborar sus propias normas.

En fin que todavía nos queda mucho camino por recorrer hasta conseguir concienciarnos de que los patinetes eléctricos no son un juguete sino un vehículo con el que hay que circular con la máxima prudencia y respeto hacia los usuarios y los peatones. En estos días se regalarán muchos patinetes, pero hay que ser conscientes de lo que suponen. Y digo que hay que tomar conciencia de lo que representan porque según un estudio de Mapfre, al que hacía alusión este reportaje, entre enero de 2021 y septiembre de 2022 se produjeron 385 accidentes, de los que 83 fueron graves y en los que 13 personas perdieron la vida. Así pues, prudencia.

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