Me gusta José Luis Garci porque nunca ha disimulado su pesimismo. Él piensa que la vida no tiene mucho sentido: pasas por aquí, conoces gente y te vas. The end.
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Y usted se preguntará a qué viene tanto optimismo. La respuesta es que mañana se ... celebra el Día de los Difuntos, una festividad que prolongo a todos los días del año porque en mi interior hay grabado un sentimiento intenso hacia esos seres queridos que ya no están. O mejor dicho, que están en otro lugar. No me preguntes dónde; soy una persona de humilde ignorancia.
En ocasiones me pregunto qué quedará de mí cuando me saquen a hombros caminito del camposanto. Quién sabe, tal vez en el futuro algún científico místico demuestre que lo único que permanece después de la muerte no es el alma, sino la malafollá. Porque, ¿te has fijado qué carácter tan difícil suelen tener en general los espíritus cuando se aparecen al respetable? Son el vivico retrato del granaíno malafollá a tiempo completo.
Por otra parte, la reencarnación no me seduce, ya que siempre he tenido mala suerte en el juego, y en la ruleta de las reencarnaciones probablemente me tocaría hacerlo de socio del Granada CF. No merece la pena volver para tanto sufrimiento. Séneca habla de la ceguera del ser humano ante la muerte, y el gran Marco Aurelio patrocinó su 'memento mori' como la mejor manera de aprovechar la existencia sin hacer el ridículo.
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Es la vida la que nos deja hechos polvo; la muerte solo recoge las cenizas, por lo que conviene seguir los consejos del gran Jorge Manrique despertando el alma dormida, avivando el seso, contemplando cómo se va la vida tan callando y espabilando para aprovecharla hasta el último segundo.
Recuerdo una anécdota de la psicóloga Elisabeth Kübler-Ross en su libro 'La luz al final del túnel', donde habla de su primer acercamiento a la experiencia de la muerte. Siendo estudiante visitó un campo de concentración nazi y vio cómo los niños judíos habían dejado en las paredes dibujos de orugas que se convertían en mariposas, puede que intuyendo lo que había después de la muerte. Terrible y a la vez revelador.
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Puede que la muerte total no exista y algún día podamos abrazar de nuevo a esos seres queridos a los que tanto echamos de menos. Entonces estaremos más vivos que nunca.
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