Edición

Borrar
El fruto de la empanada

Sudores de estío

Antonio Mesamadero

Martes, 23 de julio 2024, 00:08

Caminar por Granada en verano es tan peligroso como meterse en una sauna a toda potencia. Pasados unos minutos te evaporas o bates un récord olímpico de natación dándote unos largos en tu propio sudor, dependiendo de cómo te pille el cuerpo.

Con el alma ... rendida de Don Quijote y el cuerpo de Gandhi, ayer no tuve más remedio que desenchufarme del ventilador y salir a la calle a hacer un recado. Transcurridos unos minutos de peregrinaje, pensé que tal vez lo del cambio climático no sólo es cierto, sino que también es definitivo. El asfalto, a pesar de la temprana hora, prometía convertir en espeto humano churruscadito a todo aquel que no estuviera en casa antes de las once de la mañana. Al aventurero le digo que si busca una experiencia que le dé un nuevo sentido a su vida, nada mejor que la Gran Vía a las tres de la tarde sin gorra ni cantimplora. El desierto del Sáhara le parecerá la playa de Ipanema comparado con ese infierno. Eso sí, terminará encontrándose a sí mismo, pero tendido sobre la acera y pidiendo al párroco más cercano la extremaunción o un botijo para elefantes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Sudores de estío