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El fruto de la empanada

El tren culebrón

Lunes, 16 de septiembre 2024, 22:48

Se ha puesto de moda el sugerente término «psicópata narcisista». Antes, un vecino que no saludaba en el ascensor era un malafollá a secas, ahora es simplemente un psicópata narcisista. Antes, si un empleado de banca se echaba rápidamente las manos a los bolsillos cuando ... entraba en la oficina algún legendario moroso, era visto como un hombre prudente y trabajador celoso de lo suyo; ahora es catalogado como un desconfiado psicópata narcisista. Antes, si una suegra disfrutaba como Sade en su mejor día cada vez que el Granada CF de su querido yerno perdía un partido, era vista como una psicópata narcisista. Eso no ha cambiado. La cosa de ponerle etiquetas a todo el mundo no es nueva. En la década de 1990 se puso de moda hablar de «personalidades adictivas». Dentro de esas personalidades irresistiblemente compulsivas, existía una muy cotidiana que no molestaba a nadie en sus sobredosis: el adicto a los culebrones. Los había televisivos y también políticos, coincidiendo ambos en que sus actores sólo intentaban ganarse la vida en lo que mejor sabían hacer: actuar. Quién no recuerda la famosa telenovela 'Cristal', interpretada por la rubia talentosa Jeanette Rodríguez y el galán otoñal Carlos Mata, un actor venezolano pequeñito pero chévere que enamoró a todas las españolas en edad de eso.

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