Zodiaco granadino

Una vez desayunado como un marqués en la ruina, abrí el periódico y del horóscopo pasé al «horroróscopo» (término cuya invención es del gran Eloy Arenas), un zodiaco político de lo más surrealista. Por ejemplo, hay un signo llamado Pedrogéminis, cuya característica es que te da una predicción y al cabo de un tiempo se desdice y pronostica lo contrario. No es que mienta en sus predicciones, es simplemente que cambia de opinión.

El signo conocido como Librarse se encarga exclusivamente de profetizar el futuro de los condenados por los ERE (tampoco hace falta ser adivino). Costacuario es un signo de agua que no atina ni una con la fecha de finalización de las obras de Rules. Y tampoco resulta creíble Leoyalucino, signo que nació el día que se publicaron en prensa los argumentos del Gobierno para dejar a Granada sin la sede de la Aesia.

Oscarpión es el signo que se encarga de descifrar los mensajes que desde los confines de su universo interior envía el ministro Puente a través de «X». Sin duda es el más comprometido de este zodiaco si entra en conjunción con Virgotren, ya que Oscarpión se resiste a ser quien desflore el proyecto Granada-Motril. Aries de Grandeza es otro signo oscuro, ya que nace de la conjunción Madrid-Sevilla proyectando toda su negatividad sobre nuestra ciudad con la clara intención de hundirla en el bajo astral.

Epílogo: Con esto del zodiaco, siempre me viene a la cabeza la consideración que le hace Herodes Agripa a Claudio en la novela de Robert Graves: «Querido Claudio, hay tontos que se hacen los listos, listos que se hacen los tontos, pero tú eres el primer tonto que conozco que se hace el tonto». Estoy seguro que los del último grupo son los que escriben a diario el «horroróscopo» en contra de los intereses de Granada. A ver si va a ser culpa de los astros y no de que a esta ciudad la ha mirado un tuerto...