Aldeas Infantiles SOS España ha montado en nuestra ciudad una exposición, hasta el 15 de julio en la Avenida de la Constitución, de 33 fotografías de gran tamaño de retratos de hermanos de diversos países, realizadas casi todas por el fotógrafo Iván Hidalgo, con expresivos ... textos complementarios que resaltan la importancia vital de mantener el vínculo fraternal para que no se separen los hermanos en situación de acogida ya en familias como en centros especializados, que ha sido expuesta ya en el Parque de El Retiro de Madrid. Cada imagen se acompaña de mensaje explicativo de expresivo y cuidado lenguaje. Sandra Martínez el pasado 28 dio precisa noticia en este diario de la esencial exposición en nuestra ciudad, cuyo lema 'Juntos porque somos hermanos' resume la filosofía de la mayor organización privada del mundo de ayuda directa a la infancia.
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Aldeas Infantiles SOS España es una organización privada, de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política que centra su objetivo en proporcionar un hogar y una familia a aquellos niños que no pueden vivir con sus padres y acompañar a los jóvenes, que lo necesitan, hasta su plena integración social y laboral. Forma parte de una Federación Internacional fundada en 1949 en Austria y con presencia en 136 países (SOS Children's Villages), al constituir, así, la mayor organización privada de ayuda directa a la infancia.
Con más de 50 años de presencia en España y más de 70 en el mundo acompañando a las familias que atraviesan dificultades a mantenerse unidas y, cuando la separación entre padres e hijos es inevitable, proporcionando un entorno seguro y protector a los niños y adolescentes. La organización ha apoyado en el último año a 1.430 niños y jóvenes y a 794 familias en Andalucía gracias a sus programas de cuidado alternativo, fortalecimiento familiar y apoyo a los jóvenes.
El modelo de Aldeas Infantiles SOS llega a España en 1967. En 1972 se inaugura la primera Aldea en Barcelona y tres años más tarde la de Pontevedra. La infancia en España seguía necesitando protección. Durante estos años comienza una etapa de expansión en la que se inauguran nuevas Aldeas: Madrid, Granada, Cuenca, Zaragoza, Santa Cruz de Tenerife y Gran Canaria, llegando a las ocho que la organización tiene actualmente en España.
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En 1965, una joven catalana, psicóloga y trabajadora social, llamada Montserrat Andreu, viaja a Austria buscando ideas para crear un centro de atención a la infancia desprotegida en Barcelona. Allí conoce a Hermann Gmeiner, el fundador de SOS-Kinderdorf (Aldeas Infantiles SOS), la organización que este había creado tras la Segunda Guerra Mundial con el fin de ofrecer un hogar a los niños que habían quedado huérfanos como resultado de la contienda. Cuando Montserrat vuelve a Barcelona, moviliza a amigos y conocidos y funda Aldeas Infantiles SOS en Cataluña. Mientras busca un lugar adecuado para la que sería la primera Aldea de España, crea los cuatro primeros hogares en una masía del Tibidabo que pertenecía a su familia. Corría el año 1967 y Aldeas comenzaba así su larga trayectoria en nuestro país.
La Aldea de Granada inició su funcionamiento en 1989 en una casa provisional alquilada ante la imposibilidad de posponer la acogida del primer grupo de hermanos, naturales de Zamora, al término de las obras de la Aldea Infantil. Tuve la dicha, junto a mi familia, de formar parte del equipo educativo de la misma y vivir en ella como una familia más. El proyecto exigía intensa implicación y dedicación pero tan estimulante como ningún otro he conocido que lo iguale. No fueron granadinos ni siquiera andaluces los primeros hermanos residentes en la peculiar urbanización del Albaicín, lo que confirma palmariamente la filosofía de esta organización: la prioridad en la atención la marca la necesidad. La primera salida del grupo fue al restaurante El Gallo de la idílica Nívar. Y progresivamente iba en aumento el número de nuevos granadinos.
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Vuelvo a los mensajes expresivos de los textos de las fotografías por la trascendencia esencial del lenguaje natural, verdadero, no manipulado y porque la acción se impone en el progresivo caos. Leo, exultante, varias veces, el título del pie de una foto: «Debe prevalecer el derecho de los hermanos a crecer juntos» y el regocijo me inunda. Albricias. Mas, a renglón seguido, mi gozo en un pozo porque la incongruencia de la manipulación lingüística y social de ese lenguaje artificial e intencionado de los «dobletes de género», que llaman «inclusivo», continúa en el texto como si esos usos peculiares intencionados debieran ya de ser de obligado uso. No. El lenguaje es una creación colectiva no manipulada por intereses espurios.
Uno de cada diez niños crece en el mundo sin el cuidado parental o está en riesgo de perderlo. En España, son 300.000 los niños que padecen esta situación, uno de cada 25, algo que pone en grave riesgo su desarrollo emocional, físico y mental, y que atenta contra sus derechos fundamentales. Aldeas Infantiles SOS trabaja para garantizar el derecho de todos los niños a crecer en familia: en un hogar en el que se sientan queridos, protegidos y seguros. Para lograrlo, acompaña a las familias que están pasando por dificultades y fortalece sus capacidades para que puedan cuidar mejor de sus hijos y ofrece un nuevo hogar a los niños que no pueden vivir con sus padres, bajo el cariño y la protección de personas de referencia estables y garantizando el principio de no separación de hermanos. Un acompañamiento que continúa más allá de la mayoría de edad hasta la plena integración de los jóvenes en la sociedad.
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