Parque Periodista Tico Medina
Antonio Ubago
Sábado, 10 de agosto 2024, 23:00
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Antonio Ubago
Sábado, 10 de agosto 2024, 23:00
Uno de los mejores lugares de Granada para leer, hacer deporte, andar en bici o pasear lindando con la vega granadina, que esa es otra. Fue una idea genial que paulatinamente se convirtió en una gran realidad. Su poder de atracción no ha hecho más ... que crecer hasta convertirse en uno de los espacios más atractivos de Granada para el solaz, la actividad física y la convivencia. Y ya puestos, al abandonar este edén, la opción más ventajosa al salir, es seguir el cauce del río unos metros y ya nos encontramos en la mítica e imperecedera vega de Granada; casi todo lo que de ella se ha dicho sigue ahí al alcance de la mano. La mínima opción del disfrute sería hasta el cruce de la carretera de Churriana o hasta la desembocadura del río Dílar con que sería suficiente para hacer presente el mito.
Tuve la suerte de asistir a la inauguración de este parque en septiembre de 2010 en cuya entrada, donde se desarrolló el homenaje, me encontraba una hora antes porque no quería perderme el espectáculo de la presencia de Tico Medina y afamados compañeros. El periodista agasajado, que también asistió ese fin de semana a la beatificación de Fray Leopoldo, se mostró emocionado con este homenaje que el Alcalde de Granada, Torres Hurtado, su paisano y amigo, le ofrecía satisfecho de brindarle al cronista de la ciudad y uno de los mejores embajadores de Granada. «Un parque tiene que ser un sitio de amor y de poesía», aseguró el homenajeado tras el descubrimiento de la placa y antes de dar un paseo por el recinto que lleva su nombre acompañado de su conciudadano el Alcalde.
Un recinto vegetal, arbolado, acotado por dos ríos, Genil, frondoso y Monachil que aquí vierte en él sus aguas, no puede pasar inadvertido porque estaba reservado a ser modelo de parque, tan próximo y tan cuidado y llevar, de añadidura, nombre de realce a su condición, Periodista Tico Medina. La Avenida de la Ciencia y la discreta Junco, margen izquierdo del río, lo sitúan como apéndice natural de la ciudad frente a su homónimo 'de las Ciencias'.
Sombras, paseos, espacios verdes, bancos para el descanso, lugares para bicis, patines, patinetas, la marcha y el paseo, fuentes, kiosko/bar, gimnasio… sirven de complemento al fin primero ahora, lugar para el deporte creativo, el ejercicio físico, la relación social, la fiesta y convivencia al aire libre, las celebraciones, la relación afectiva, alegre y compartida, respetuosa. Sirven de telón de fondo las especies arbóreas; predominan los plátanos de sombra, también tilos y arces, algunos álamos y acacias por doquier.
Una pareja adolescente pelotea con los brazos unidos y se ejercita para el voleibol en el césped que puede pisar porque no está prohibido e invita a hacerlo el entorno armonioso. Otros están sentados, reclinados, tumbados disfrutando el verdor. Grandes grupos, medianos y pequeños de todas las edades desarrollan diversas tareas; dos predominantes, el deporte o la actividad física junto a frecuentes y variados grupos con numerosas bandejas repletas de comida y neveras con globos de ornato que celebran cumpleaños u otros festejos.
No hay ruido molesto y todos disfrutan el césped como si siempre hubiera sido posible. Nunca he visto que nadie moleste con sus ruidos y el disfrute de los protagonistas se muestra en sintonía con los pausados paseantes. Juegos diversos de pelota con redes y otros accesorios se ven en los diferentes espacios que marcan caminos sombreados que se entrecruzan. No falta gimnasio al natural de múltiples aparatos. Los perros también buscan su calma y su reposo cuando al Parque se acercan y si quieren allí descansar y jugar, tienen su lugar reservado, exclusivo donde poder estar.
Isletas circulares, amplias, de arbustos variados y diversas especies vegetales todo el recinto pueblan en contraste al arbolado y ofreciendo así agradable y armonioso contraste visual bien diseñado. Todo allí es armonía con la naturaleza, sin ruidos, sin molestias e invitando al descanso y la calma; diríase que cuanto más se puebla, más compartido, valorado y cuidado se ofrece este lugar, entre ríos, para el gozo de tantos.
Para el cierre, el detalle personal y afectivo. D. Escolástico Medina, familiar del homenajeado periodista, Tico Medina, fue, cuando yo era niño pero lo recuerdo muy bien, secretario del Ayuntamiento de mi pueblo, Güevéjar, cuya mención provoca mi cruz y mi martirio de treintitantos nefastos años en la A-92, en el cruce de la salida a mi villa, porque una serie de señales que lo indican muestran su nombre mal escrito en la era de la escolaridad obligatoria y gratuita, o cuando preguntar y rectificar siempre ha sido de sabios. Amén de tantos ruegos y solicitudes a la Consejería correspondiente en los medios de comunicación a lo largo de estas más de tres décadas de padecimiento por la grafía diabólica, esta fue la contestación a mi escrito de junio de 2016, en demanda de tildes en las señales de la A-92 de Güevéjar de la Delegación Territorial de Granada de la Consejería de Fomento en que me informaba «que los trabajos que solicita deben ser realizados por empresa especializada, no pudiendo ejecutarlos la empresa de conservación directamente, debiendo por tanto ser subcontratados por la misma. Por otro lado, dicha actuación no se encuentra en ninguna programación actualmente, estudiándose para su inclusión en las futuras». Bien claro está: ni se haría entonces ni nunca.
Pasan los años de burla y escarnio sin corregir la Administración las señales de la Autovía y la dilación hacen, obviamente, que ya me quede menos tiempo y así me vea obligado a acelerar las acciones, aumentar los recursos y mejorar los procedimientos que liberen a mi pueblo de esta mantenida pesadilla.
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