Camino del establo otra vez
Puerta Real ·
Hemos de preparar la majada con mantas y pienso para pasar a cubierto el mes de los difuntosSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Puerta Real ·
Hemos de preparar la majada con mantas y pienso para pasar a cubierto el mes de los difuntosVuelve el estado de alarma. Van a estabularnos otra vez por ver si se nos quita esa tembladera nociva que ahora afecta más a los recentales que a los carneros viejos y a las ovejas. Muy a nuestro pesar hemos aceptado nuestro papel de ovinos ... sumisos y asustados. Formamos un inmenso rebaño al que pastores y rabadanes nos guían al buen tuntún por ver si encuentran pastos verdes en algún recodo del camino. Pero si toman la 'verea' equivocada, entraremos en el desierto de Mojave, repleto de calaveras, o en un barrizal infecto en el que nos hundiremos hasta la cintura. Cuando comienzan a arder en el mar las amapolas, hace falta alguien más preparado que Sánchez para que nos explique el fenómeno. El miedo aumenta al no ver a nadie en el horizonte con la ciencia y la confianza suficientes para descifrar el enigma y acabar con el puñetero virus. Estamos perdidos en el laberinto de Creta sin una Ariadna que nos preste el hilo para poder salir, o desorientados en alta, sin que venga Séneca a decirnos que «cuando no sabes hacia donde navegas, ningún viento es favorable», porque al filósofo cordobés ya no lo leen ni los de la 'gauche divine'.
Hemos de preparar la majada con mantas zamoranas y abundante pienso para pasar escondidos y a cubierto el mes de los difuntos. De momento, nos permiten disfrutar de esa hora de libertad vigilada, que nos han regalado esta noche los relojes atrasados por los capos de la Unión Europea, que no terminan de ponerse de acuerdo sobre los beneficios que acarrea el absurdo baile horario cada medio año. Va a ser el último domingo en el que podremos cambiar de aprisco sin tener que llevar el carné en la boca, porque ya están prestos los guardianes del orden para multar a quien le dé por ir a buscar chirimoyas o a comer un plato alpujarreño más allá del Suspiro del Moro.
Cuando nos nubla la mente este pánico colectivo que azota al rebaño por culpa del legendario pangolín, uno vuelve a acordarse de toda la parentela de aquel chino de Wuhan que se preparó la puñetera y misteriosa sopa con este bicho o con un murciélago, que devino en coronavirus y nos ha perforado la razón y hundido la estima hasta hacernos retroceder al tribalismo, donde solo vale el 'sálvese quien pueda'. Ante este desastre, surge una pregunta que, de inmediato, el viento frío la atrapa y la hace enmudecer. Pero la cuestión sigue colgada en los postes del telégrafo, en los satélites de comunicaciones, en las redes sociales y en la estación espacial: ¿por qué ya no hay virus en China? ¿Por qué el resto del mundo no ha seguido sus pasos? ¿Dónde está la verdad en todo este bochinche? ¿A quién beneficia este desbarajuste? Solo oímos necedades entre los tintoreros del aire y carpinteros de nubes, que gobiernan con cabeza huera, lenguaje vacuo y rostros de dura porcelana; gente que no se avergüenza cuando muestra su desnudez mental y su soberana incompetencia. ¿Sabemos de verdad qué está pasando? ¿Es cierto que China ya ha superado la pandemia, o se trata de otra inmensa mentira? ¿La ciencia occidental del I+D+I tiene algo que decir ante este desconcierto de medidas y contramedidas, de ciaboga y palos de ciego? ¿Hay alguien en algún sitio que pueda comunicar algo sensato? En fin, habrá que volver a llenar la despensa de pan y miedo. Que tengan un buen día.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.