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«Carranza, cabrón»

Como otros lugares, el estadio ya no se llama como aquel alcalde de Cádiz, si no que aquel alcalde de Cádiz se llama como el Estadio

Chapu Apaolaza

Granada

Viernes, 18 de septiembre 2020, 00:41

Cádiz es una ciudad con fama de estar majareta, pero hace cosas mucho sentido, solo que a su manera. Dicen también que Leopoldo María Panero ... estaba loco de lucidez. La ley de Memoria Histórica obliga a eliminar del callejero los epítetos relacionados con el franquismo y de esa norma se vino esta historia fantástica que habla en último término y a su manera de lo ambicioso que supone tocar la memoria, pues modificar la memoria se parece a operar a corazón abierto a un pueblo, a una ciudad, a un país. La norma aprobada por el Congreso de los Diputados manda que las calles y los sitios no pueden llevar el nombre de personas que participaron en la Dictadura o en la represión, pues podrían ofender a los descendientes de los represaliados por aquel régimen o incluso a los represaliados mismos. La norma tiene su debate y su polémica, pero así tal cual se aprobó y como tantas otras cosas, encontró en Cádiz un sentido distinto, eso que podríamos llamar el matiz gaditano.

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