El cementerio marino

De nuevo, una gran tragedia se ha producido entre los inmigrantes que trataban de alcanzar las costas europeas desde Libia en el Mediterráneo, convertido en un cementerio marino. El miércoles, cuando el colectivo de activistas Alarm Phone recibió tres avisos de barcos cargados con inmigrantes que se encontraban en dificultad, se pusieron en marcha tres buques mercantes que navegaban por la zona y el Ocean Viking, fletado por la ONG Sos Méditerranée. Se encontraron trece cadáveres y el responsable de dicha ONG reconoció ayer que ya no había esperanza alguna de encontrar algún superviviente del bote neumático con 130 personas a bordo que pidió socorro. El portavoz de dicha ONG lamentó que ni las autoridades italianas ni las maltesas ni las libias coordinaran la búsqueda de supervivientes. La zona del canal de Sicilia, entre Libia e Italia, es peligrosa y difícil. En la última década han muerto unas 20.000 personas en esa área, y solo en lo que va de año más de 360 personas se han dejado la vida en ella. Es una gran indignidad que la UE actúe con indiferencia y no se responsabilice de la seguridad de quienes huyen de la miseria y de la muerte junto a sus costas.