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¡A los chiringuitos!

Los hechos van por un lado, las apariencias, por otro. Para los primeros se acabaron los circunloquios y los rodeos

Manuel Pedreira

Granada

Sábado, 18 de enero 2020, 01:25

Los hechos van por un lado, las apariencias, por otro. Para los primeros se acabaron los circunloquios y los rodeos. Ni siquiera valen ya los eufemismos, que en el idioma es esa manera elegante que se inventó para definir como mujer de vida disoluta a ... la que viene siendo una mujer de vida disoluta... desorejada. En una maniobra de genio estratégico sin parangón desde los tiempos de Torcuato Fernández Miranda o el Dioni, el flamante presidente del gobierno ha decidido desjudicializar la vida política de nuestro país, uno de los ejes de su discurso, por la vía de politizar la justicia a todo meter. Primero ha nombrado a Dolores, llámame Lola, Delgado como Fiscal General del Estado, y a continuación ha bendecido con el silencio la diatriba de su vicepresidente contra los jueces, esos enemigos del Pueblo que en lugar de defender a la Gente solo siguen los dictados de la Casta y, en concreto, las instrucciones del PP o, lo que es lo mismo, de Franco desde Mingorrubio.

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