

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Fue el lema escogido por J. Ratzinger al ser elegido obispo y en gran medida sintetiza toda su vida y obra, pues en el fondo y en la forma su trayectoria personal estaba regida por su pasión por la Verdad y por su compromiso de darla a conocer, aunando en su persona el rigor científico y la humildad del evangelizador.
Benedicto XVI será recordado como el 'Papa de la Verdad', cuya autenticidad de vida es fiel reflejo de la persona que busca vivir en verdad, que es lo que distingue a los verdaderos hijos de Dios y los hace libres. Es por ello que su magisterio sea tan importante para los cristianos, pues enseña a conocer y amar la Verdad, a no dejarse seducir por la mentira y luchar por la unidad de vida, sin contradicciones entre lo que vives y lo que predicas o manifiestas.
En sus discursos y escritos se exponen principios que son profundos espacios para la reflexión política y que deberían guiar la acción de los dirigentes sociales y orientar a la sociedad en su compromiso político. J. Ratzinger en su discurso ante el Bundestag alemán en septiembre de 2011, advertía que, cuando el poder se separa del derecho sobreviene la catástrofe, como ocurrió con el nazismo, insistiendo en que los gobernantes deben servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia. La realidad evidencia que muchas veces no solo no se sirve al derecho, sino que por el contrario hay gobernantes que se sirven del derecho para acometer injusticias. Basta con revisar las últimas normas legales españolas.
En un reciente análisis sobre la figura de este Papa, Olegario González de Cardenal, señala su advertencia sobre el peligro de la democracia cuando se produce la sustitución de la voluntad de verdad por la voluntad del poder. Toda una llamada de atención en estos tiempos tan confusos e inciertos donde la verdad anda oscurecida u oculta por los poderes dominantes.
Ciertamente que asistimos al espejismo de verdad y a la posverdad, como instrumento para obviar lo real, lo objetivo y lograr el control social; pero nunca una opinión basada en un sentimiento puede sustituir a la evidencia de lo real y de lo permanente basado en la ley natural y en los valores inalienables de los seres humanos , de ahí el rechazo al relativismo moral que niega la verdad, el derecho a la vida o a la libertad como valores fundamentales y absolutos de los seres humanos, como nos lo ha explicitado Benedicto XVI.
Es posible que la muerte de J. Ratzinger ponga de manifiesto la necesidad de reflexionar sobre los fundamentos de Europa, como unidad cultural y portadora de valores, basados en los principios que la configuraron a lo largo de la historia y que señaló con rotundidad Benedicto XVI: «La cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma; del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico de Roma. Este triple encuentro configura la íntima identidad de Europa». Añadiendo a continuación: «Con la certeza de la responsabilidad del hombre ante Dios y reconociendo la dignidad inviolable del hombre, de cada hombre, este encuentro ha fijado los criterios del derecho; defenderlos es nuestro deber en este momento histórico.»
Estos mensajes del 'Papa de la Verdad' son toda una invitación al compromiso político coherente con la fe y la moral cristiana. El interés general, basado en el reconocimiento de la dignidad de las personas, garantizado por el derecho y en el triunfo de la justicia, son referencias inequívocas para la paz y objetivos para la acción pública.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.