La cuchipandi

Durante años he querido creerme que los de Clásicas teníamos un halo distinto. La arrogancia y la soberbia que en mí no encuentran freno. Hasta que llegó el colega Boris Johnson, licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Oxford, para demostrarnos que todos estamos construidos con la misma nada. El sujeto, del que dicen que es capaz de recitar en griego de memoria el principio de la Ilíada -lo que tampoco es ninguna hazaña reseñable- ha demostrado que la estupidez gobierna el mundo. Y que los gobernados son iguales de gilipollas al permitir que semejante sujeto sea primer ministro del Reino Unido.

El amigo rubio tenía una virtud. Se quiere mucho a sí mismo. Infinitamente. Como un Narciso intelectual que se mira en el estanque de su suficiencia embobado por sus dotes de liderazgo y reflexionando porque el populacho no lo eleva al Olimpo de los inmortales. Por obvio, prescindo de citarles el ejemplo español.

La cuchipandi de los gobernantes de Occidente se reunieron la semana pasada en Madrid para salvar el mundo. Pero se lo montaron al estilo de un viaje del IMSERSO. De lujo, eso sí. Acudieron acompañados de sus respectivos cónyuges, damas todas excepto dos varones, que mientras sus mariditos y esposita deliberaban, ellos se iban de excursión y comidas cual colegas de toda la vida. El Emperador de Occidente, por darle un toque más entrañable se trajo a sus nietas. ¡Qué adorable abuelete! Igual que los nuestros que cuando los padres no se pueden quedar con los niños se los encasquetan a los abuelos.

Las fotos de la 'juntera' son patéticas. Especialmente una, en la que posan los consortes en el Palacio de la Granja, servirá para ilustrar en los libros de Historia el ocaso de nuestra civilización. Una excursión dominguera a Benidorm organizada por la parroquia tiene más empaque.

Eran muchos mandatarios por lo que cabe deducir que entre todos superarán fácilmente los doscientos veintiocho puntos de la mente preclara de Marilyn vos Savant. No albergo duda alguna de que en vanidad, autocomplacencia y chupársela a sí mismos los citados gerifaltes rompen las pruebas de medición. Ignorábamos la existencia de Marilyn dedicada a la investigación de enfermedades cardiovasculares. De estos sujetos cada día nos sorprende con una nueva ocurrencia.

Es un milagro que, dada la inversión de papeles y responsabilidades según las capacidades, pervivamos. O tempora, o mores! Cicerón, querido Boris, Cicerón.