Una deriva preocupante

Puerta Purchena ·

No sé cuando hemos cruzado la fina línea que separa la información veraz y objetiva de la manipulación y la falsedad

Sábado, 5 de junio 2021, 23:21

En plena escalada de violencia entre los palestinos de Hamás y el estado de Israel oí decir a un periodista de una emisora de radio de estas que se dedican a opinar, interpretar y manipular sin dejar ni siquiera un pequeño hueco a la información ... pura y dura que Israel lo que estaba haciendo era defenderse de los ataques de los palestinos. Y argumentaba que aquello era como si Marruecos bombardeaba el sur de España pues esta se tendría que defender. Para el periodista este el agresor era el pueblo palestino mientras que la víctima era el israelí. El comentario me pareció hasta de mal gusto, no porque fuera ilegítimo pensar así, sino por la vacuidad del argumento esgrimido y la falta de datos.

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No seré yo quien diga qué fue antes si el huevo o la gallina porque lo cierto es que el conflicto árabe-israelí viene de muy lejos y tantos unos como otros han realizado barbaridades a lo largo de los años. Ahora bien, la afirmación del hombre este me llamó poderosamente la atención porque en ese mismo momento las bajas entre los palestinos superaban las 140 vidas, un tercio más o menos eran niños, mientras que las pérdidas humanas entre los israelíes no superaba la decena. Pues mejor que se defienda, pensé yo, porque si a Israel le daba por atacar de verdad la cifra de muertos sería inasumible. Y como este hay muchísimos más ejemplos de manipulación y de informaciones a medias en las que no interesa ofrecer el todo sino solamente una pequeña parte sesgada.

Ocurrió lo mismo tras la aprobación de la ley de eutanasia cuando periodistas de este sesgo acusaban al Gobierno de legislar a favor de la muerte y de obligar a los médicos a ser los verdugos, pero no se informaba del contenido de la ley ni de los requisitos que el solicitante debía cumplimentar para solicitar poner fin a su vida. Tampoco de la objeción de conciencia a la que el médico tenía derecho ni del comité asesor que debía aprobar con criterios profesionales la solicitud. Y lo hemos visto también a lo largo de este año de pandemia en el que se han vertido afirmaciones escandalosas sin importar a quien las proclamaba ni el número de muertos ni el dolor de las familias ni de quienes han estado en primera línea que son los mismos que ahora nos abren la puerta a la esperanza en forma de jeringuilla y vacuna.

No sé cuando hemos cruzado la fina línea que separa la información veraz y objetiva de la manipulación y la falsedad. Posiblemente el nuevo tiempo político que vivimos con nuevos partidos políticos, con la llegada de los populismos y con el bajo nivel de nuestros representantes más volcados en el insulto, la ofensa y la falta de respeto al rival con el único objetivo de tapar las carencias y el bajo nivel tengan parte de culpa. Las redes sociales han contribuido mucho a ello, también la irrupción de internet y la necesidad de lograr una rentabilidad en la que únicamente importan las visitas que tenga un portal más allá del rigor y la seriedad de lo que se ofrece.

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Todo ello nos ha llevado, desde mi punto de vista claro, a una situación en la que informarse de verdad es más complicado que el dejarse manipular. Los perjudicados, desde luego, es la sociedad en su conjunto por aquello de que 'sin periodismo no hay democracia'. Y hoy por hoy el periodismo se ha hecho a un lado para dejar paso a una pseudoinformación más centrada en el espectáculo, la vulgaridad y el entreguismo a los poderes fácticos a quienes hay que contentar para recibir sus contrapartidas. No me atrevería a decir si esto tiene marcha atrás, pero lo cierto es que la deriva a la que hemos llevado a la información es alarmante. Tampoco, si con este 'periodismo' de hoy la democracia que tengamos será realmente plena.

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