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Dicen que se entra llorando...

Dicen que se entra llorando...

Sólo me queda agradeceros el haberme hecho sentir uno más. Y lo habéis hecho con maestría, con educación, con honestidad y con humildad

José Lucas Chaves Maza

Miércoles, 2 de octubre 2019, 23:32

Cuando era pequeño me encantaba ir a la casa de mi abuelo Pepe a escucharle contar interminables historias de su vida por el mundo. Era como sentarte con el mismísimo Julio Verne. En la puerta de su casa, había un azulejo azul que tenía dos ... dibujos, de los cuales sólo reconocía el de arriba; era la Giralda de Sevilla, pero esa Giralda no emergía de la Catedral gótica hispalense, se fundía con el dibujo inferior donde aparecía la silueta de un castillo en mitad de una colina. De pequeño miraba mi torre almohade e inconscientemente desenfocaba la imagen de aquella montaña.

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