Un Podemos irreal

La V Asamblea Ciudadana de Podemos reunió ayer a un millar de personas para escenificar el continuismo del partido morado bajo el doble liderazgo de ... Ione Belarra como secretaria general e Irene Montero como cabeza de lista para las próximas elecciones generales. Ello después de haber situado a Sumar como la opción a batir por las herederas de Pablo Iglesias. La formación, que cuenta con cuatro escaños en el Grupo Mixto del Congreso, reivindica su autenticidad declarando que el Gobierno es de progreso «sólo en el nombre», tilda a las de Yolanda Díaz de «izquierda dócil», e insiste en calificar el actual mandato de Pedro Sánchez de «régimen de guerra». Mientras Belarra y Montero se muestran convencidas de que «lo mejor está por venir», y de que son «más». A pesar de que en este último proceso congresual ha participado casi la mitad de los inscritos que protagonizaron el celebrado hace cuatro años. Es posible que la «resiliencia» podemita logre anular finalmente los limitados ánimos y la confusión que acompañan a Sumar. Opción que Montero y Belarra pretenden dividir entre aquellos que, a su entender, buscan afiliarse al PSOE, y quienes no tendrían más remedio que inclinarse ante Podemos. Pero el engreimiento morado está tan fuera de la realidad que nada tiene que ver con una izquierda pretendidamente transformadora.