Elecciones ya decididas

Si me tocara ser mesa de nuevo, la cosa sería igual de intrascendente por cuanto al resultado. Porque la única incógnita de las próximas elecciones es saber si el PP necesitará a Vox para gobernar. Que no es chica cosa, pero que no es lo mismo que dirimir el nombre del futuro presidente de la Junta, que ya tiene nombre y apellidos… de árbitro de fútbol, por mucho que el chiste esté manido.

Las elecciones de Espadas serán las del 2026. De ahí que haya hecho una renovación total en las listas y que presente a candidatos menos conocidos incluso que él. Lo que ya tiene mérito. Excepción hecha de Gerardo Sánchez, el abuelo cebolletas del PSOE granadino llamado a contar las batallitas de Susana Díaz y alrededores.

Luego tenemos al Framan, el Frente Amplio Andaluz, que juega al despiste. Se trata de una coalición inexistente de candidatos invisibles que, en teoría, debería unir a Podemos, IU, lo de Errejón y a algunos otros grupúsculos de la izquierda. A todos, todas y todes… menos a Teresa Rodríguez, la madre andaluza de los dragones, que vuela por libre.

La partida, por tanto, se juega entre el PP y Vox. ¿Y Ciudadanos? ¿Ciudadaqué? Nada, nada, que me he liado.