Cuando empieza el verano

La verdad es que son muchos temas que, a veces, uno no sabe muy bien cómo iniciar. Algo bastante relevante esta semana ha sido la actuación de la selección española de fútbol femenino en el Mundial de Francia, donde han sido eliminadas por una, a priori, todo poderosa USA, pero que necesitó de dos penaltis -uno de muy dudosa señalización para un castigo tan grande-, para eliminar a este gran equipo de campeonas que lo han demostrado desde el primer partido hasta este en el que se ha producido su eliminatoria de manera injusta, con juego poco deportivo y una arbitro que las has perjudicado claramente con decisiones poco acertadas.

Otra de las grandes noticias de esta semana ha sido la llegada del Ave a Granada, aunque después de dos décadas -casi nada-, pero a pesar de con esos años de retraso ya ha llegado; en cambio en Jaén ni se le espera por el momento. Durante los ocho años de gobiernos del Partido Popular esta provincia casi quedó eliminada del mapa y todos los grandes proyectos de infraestructuras ferroviarias, le fueron dando de lado para dejarla en el total aislamiento que vivimos en estos momentos. Pasan poco trenes y de pésimas condiciones.

También una gran paradoja es que los medios de comunicación llevan varios días anunciando que nos acecha una ola de calor, que va hacer subir de manera importante el mercurio de los termómetros. Ola de calor, que más parece que va a llegar el apocalipsis; no paran de hacernos recomendaciones que la mayoría son de sentido común. Consejos como no hacer deporte en las horas del día de máximo calor, algo lógico, o beber mucha agua, aunque a esto le añadiría yo que en lugar de agua bebamos gazpacho que es la mejor bebida que podemos tomar para recuperar las sales minerales y proteínas perdidas con el calor, y por algo se le apellida andaluz. Aquí estas olas de calor, a primeros del mes de julio apenas nos sorprenden y estamos totalmente habituados a ellas.

La verdad es que la semana ha dado mucho de sí y no sé porqué pero como decía mi abuela cuando se quiere se puede. Es lo que está pasando en el Ayuntamiento de la Capital, donde estamos viendo que su alcalde, Julio Millán, en muy pocos días ha mantenido reuniones con colectivos e instituciones que llevaban varios años esperando, achacando siempre los problemas de agenda, cuando todos sabemos y así ha venido a demostrarlo este alcalde; es tan fácil como cuadrar esas agendas para que todas las partes puedan estar en reuniones que son de vital interés para el desarrollo y el buen hacer de la capital, que tanta falta le hace a los vecinos y vecinas de ella, y a los que por uno u otro motivo debemos visitarla a diario.