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José M. Liébana
Sábado, 30 de diciembre 2023
Manuel Domínguez 'Desperdicios' toreaba el uno de junio de 1857 en el Puerto de Santa María y le tocó 'Barrabás', un toro que le revolcó ... al entrar a matar. Cuentan las crónicas que 'Barrabás' le recogió del suelo, 'Desperdicios' se agarró a los pitones y en lo derrotes el astado le dio una cornada en la mandíbula y otra encima del ojo derecho, que se lo vació. Pero 'Desperdicios' «entró por su pie de la enfermería, sereno e imperturbable, con el ojo en la mano».
La consejera de Salud, la jimenata Catalina Montserrat, 'Lina', vive su particular viacrucis. A las listas kilométricas de espera y desespera se une la marcha de sus números dos y tres, revestida con el socorrido latiguillo de 'dimisión por motivos personales' – curioso que la Junta dijera que veía en ello «un nuevo impulso» – y el nombramiento de la doctora María Luisa del Moral, exvicerrectora y exdiputada jienense, que llegó a la política no hace mucho pero que tiene la habilidad de caer bien, además de conocer la casa, el SAS, y a la consejera, ahora lanzando un SOS, por lo que puede aportar paz y lealtad, con la esperanza de que el plan de choque con la sanidad privada, gripado al inicio, pueda aliviar las listas y 'Lina' salve la cabeza.
No va a ser fácil, la oposición ha olido la sangre y el asunto ha saltado ya Despeñaperros. De momento, la consejera tiene una vida más, pero la gestión de la sanidad pública es hoy por hoy el principal talón de Aquiles de Juanma Moreno, mas allá de su autosubida salarial del 18.8% (15.000 euros más al año), que como aguinaldo tendrá un efecto político fugaz. La sanidad ya fue un viacrucis para Susana Díaz y bien que lo aprovechó el PP. Curioso también: en 2017 dimitieron los mismos, el viceconsejero y el gerente del SAS. Va a ser verdad que el problema es estructural y hasta simétrico, pues Moreno tampoco lo ha arreglado como prometió, al menos hasta ahora, más bien lo contrario, trasvasando recursos en mayor medida incluso a la sanidad privada, algo que por cierto ya se hacía antes.
De momento, el asunto ha quemado ya casi todas las etapas de la comunicación política de una crisis: primero, mirar par otro lado y silbar; segundo, negar el problema («inversión récord» y tal); tercero, repartir culpas (al anterior Gobierno andaluz y a Sánchez); en cuarto, al extenderse la evidencia, asumir que «hay problemas» pero como en otras partes (Moreno, en junio pasado); en quinto, admitir que el problema es ya «serio» y que negarlo «sería un error» con el fin de poder solventarlo (Debate sobre el estado de la Comunidad Autónoma, el mes pasado), y en sexto lugar, dimisiones para cortar la sangría y, si el enfermo no mejora, la del entrenador, como en el fútbol. No era 'na' lo del ojo y lo llevaba en la mano. Moreno no es partidario de esta terapia de choque como se ha visto estos cinco años, pues al final le salpica, pero dependerá de la evolución. Si no hay mejoría ostensible, la presión política, sindical, ciudadana puede ser insoportable.
De momento, han dejado caer dos condicionales. El consejero de la Presidencia dijo en su visita del jueves que 'Lina' tiene el «respaldo total» y, si no fuera así, «no seguiría». Y la propia consejera dijo al día siguiente que cuando el presidente decida que no tiene que estar al frente de esa responsabilidad, lo dejará: «Sabré dar ese paso al lado».
La cuestión no es baladí. 'Lina' es la cuota jienense en el Ejecutivo andaluz. Una consejería muy jienense, pues el director general e Gestión Económica del SAS es José Antonio Miranda. Y Jaén tiene un megaproyecto pendiente, la Ciudad Sanitaria, que no termina de arrancar después de seis años, ya que en los presupuestos de 2024 solo figura la lavandería.
Puesta en escena del poder socialista provincial en La Bobadilla a propósito del parón de la Junta en la Autovía del Olivar y con Espadas hecho un brazo de mar. Ahora que empieza a ver goteras en Juanma y que tiene la portavocía del Senado, dijo que tiene intención de repetir de candidato. Y dijo bien: intención. En 2022 el PP arrasó. Quedan dos años y medio y muchos congresos del partido. Una eternidad.
Sí hubo relevo en el 2 la plaza de las Batallas. La discreción y lealtad a la causa de 'Cati' Madueño deja paso al no menos leal Manuel Fernández, más político, exsenador, exconcejal, exdiputado y hombre de confianza de Reyes Midas, con quien fue vicepresidente en la edénica Diputación. Experiencia que le hará falta en esta agria e inestable legislatura.
Y rebelión en Jaén de los letrados municipales contra el concejal, que, casualidades de la vida, fue decano del Colegio de Abogados. Un escrito duro y un conflicto difícil de resolver, con secuelas políticas de largo recorrido como es la orden de suspender el pleito millonario con Aqualia.
Acaba un año de sequía inversora, malas cosechas y elecciones. Y de esperanza en Cetedex, Distrito Digital, Michelin y Jaén Plaza, motores que deben materializarse en este 2024. Feliz año.
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