Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Las elecciones generales del domingo son decisivas para el devenir de todos los españoles. Hemos experimentado en los últimos cuatro años, y especialmente en los pasados nueve meses, la convulsa situación política existente en la sociedad. Los ciudadanos están ávidos de encontrar una solución a ... la convivencia democrática, como acaeció en las elecciones andaluzas, que dieron un giro copernicano a casi cuarenta años de hegemonía de un partido único. De los dos debates televisivos una de las palabras más repetidas fue la de 'mentira'. De ahí el esfuerzo que concierne a los convocados a las urnas: saber discernir la verdad de la manipulación; engaño del que se sirven los partidos para conseguir el voto. Por eso, los electores tienen la gran responsabilidad moral y cívica de escoger a quienes quieren que les representen los próximos cuatro años. En una democracia madura votar a una u otra formación no da lo mismo, máxime cuando son muy distintas. El exceso de exposición pública de los políticos está orientado a dar a conocer sus ideas y propuestas, para que el ciudadano se forme una opinión personal. Al ejercer el derecho al voto, se suscriben unos principios y convicciones. Esto conlleva un esfuerzo en la búsqueda de la verdad, para no dejarse influir por la manipulación de los medios, la inercia cultural o los prejuicios infundados. Las democracias avanzadas presentan recelos al voto útil y cautivo, porque implican falta de libertad. Se da la paradoja de que según la mayoría de las encuestas va a ganar en votos el partido del presidente 'cum fraude', porque su tesis doctoral se ha demostrado que no es suya, y se duda si la ha leído. Sólo este hecho, en un país con un mínimo de higiene democrática, sería suficiente para descalificar a este candidato. Por si fuera poco, este personaje abyecto ha demostrado no tener escrúpulos en pactar, y lo seguirá haciendo, a cambio de mantenerse en el poder, con los causantes de la mayor amenaza para la Nación: el independentismo catalán. Es más, existe el convencimiento total -pudiéndolo negar, no lo ha hecho- de que volverá a la traición indultando a los golpistas del 'procés'. Por eso, emblemáticos socialistas, no quieren 'que pase' este arribista, que es un enemigo para España y que la conducirá hasta el precipicio del cambio de régimen del 78.
Su socio comunista caraqueño, pero con una mansión financiada por la banca, le entró un ataque 'fake' constitucionalista, y se puso a leer compulsivamente artículos de su Constitución de bolsillo, cuando es conocida su aversión al querer cargársela. Existe la esperanza de que el bloque constitucionalista (PP, Cs y Vox) pueda sumar los suficientes votos y escaños para desarbolar las pretensiones liberticidas. Aunque permanece la incertidumbre de que el partido veleta y marketing, cuyo líder brilló en el primer debate, y defiende la maternidad subrogada y la eutanasia, llegara a pactar con los socialistas, como ya ha hecho. El actual líder de la oposición, que asume la todavía decepcionante mochila ideológica de su antecesor (leyes de género y memoria histórica), sería el teóricamente llamado a capitanear un nuevo gobierno a la andaluza. Pero la verdadera esperanza está puesta en el 'fenómeno de Vox', catalizador del cambio en el régimen andaluz de hace cinco meses, y que ahora va a irrumpir de forma espectacular e indetectable al radar demoscópico, entre ese cuarenta por ciento de indecisos. El ninguneo de la JEC para participar en los debates, aunque se aduzca un legalismo trasnochado, y la persecución del 'establishment' político y mediático, con todo tipo de trampas saduceas, ha motivado una rebelión ciudadana del sentido común; de hacer renacer el patriotismo defendiendo sin complejos la unidad de España y la libertad. La 'nueva política' no puede ser la esperpéntica metáfora transfuguista de Ángel Garrido, que evidencia el relativismo ideológico de los partidos concernidos: 'tanto monta, monta tanto'. El éxito de la masiva movilización popular, como la de este viernes en Colón (símbolo de orgullo de hazañas culturales e históricas), es porque ha visto en Vox el partido que encarna sus ideas y que está dispuesto a librar la batalla ideológica contra la cobarde corrección política. Como sucediera en Covadonga, en las Navas de Tolosa o en la Toma de Granada, gran parte de la sociedad demanda que se opere un cambio radical (desde la raíz), coincidiendo con la fiesta de la Divina Misericordia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.