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Puerta Real

Del agua al vino... y al libro

El vino me gusta con mesura y los libros con exceso. Les puedo asegurar que el cóctel que forman ambos es más gratificante y más barato que un crucero de verano por el Danubio

Sábado, 20 de abril 2024, 21:26

Los libros, como los caracoles y los amores juveniles, vienen con la lluvia de abril. Podría decir que salen del letargo del frío, pero eso era antes, cuando el tiempo nos traía el invierno de los Reyes Magos y los sabañones. Seguía haciendo frío hasta ... que abril tomaba el mando en los calendarios. Era el mes de los narcisos y los tulipanes, el abril de los poemas de adolescentes y el perfume olvidado de las lilas. Nuestro abril, el de ahora, se ha negado a ser el de las aguas mil, el de las mañanas de lluvia y tardes de paseo por Puerta Real y La Carrera. Los partes del tiempo anuncian para estos días una lluvia escasa. Si esto sigue así, lo de las borrascas de Semana Santa terminará pareciéndonos un regalo celestial inoportuno. Algo va mal. Las nubes se han ido a los Emiratos Árabes y han inundado Dubái. Lo único húmedo que recibía aquella tierra antes del cambio climático eran los mocos de los camellos. El abril para vivir ha sido un verano adelantado. Estas jugarretas del cielo mosquean a quienes todavía se guían por las Cabañuelas o el Calendario Zaragozano. Quedan pocos y son viejos. La juventud disfruta del buen tiempo. Para ellos el mañana siempre está lejos.

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