Edición

Borrar
Puerta Real

Una Granada para vivir

Lo de la limpieza va implícito en los deberes que se echa encima quien coge el bastón de mando de la ciudad

Sábado, 1 de junio 2024, 21:44

Granada en Corpus huele a juncia y mastranzo. O a pachuli y sudor, esa mezcla letal que algunos llamar olor de multitudes. También se percibe el perfume dulzón del azahar en las calles donde hacen guardia en posición de firmes los naranjos. Por la tarde, ... en La Monumental de Frascuelo, los toreros destapan el tarro de sus esencias en faenas para el recuerdo. La Fiesta Mayor de Granada guarda en la memoria infantil esa sensación singular de olores y fragancias, donde también cabe el turrón, el algodón en rama y las 'perdices asás', que alegraban las tardes de feria en el Salón, entre barquilleros y cacharritos. Sí, Granada muestra aromas sutiles, calles con embrujo, fuentes y pilares donde el agua murmura sus misterios, y luces singulares en atardeceres que embelesan a todo el que tiene la fortuna de estar aquí para contarlo. Pero detrás de este cuento oriental de sedas y oropeles están esas otras calles de la ciudad donde vivimos y por donde no pasan las procesiones. Este jueves en que la juncia y el mastranzo alfombraban las calles del centro al paso de la Custodia, en el Camino de Ronda y calles adyacentes se percibía un intenso olor a establo, a materia orgánica en descomposición, a pura inmundicia. Vamos, que olía tan mal como la vergonzosa ley de amnistía que se aprobaba a esas horas en el Congreso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Una Granada para vivir