Ya se oye la cantinela que, como la mala hierba, rebrota con las urnas: «voy a dejarme la piel en el intento», «trabajaré día y noche por mi ciudad», «la puerta de mi despacho estará siempre abierta para escuchar vuestras demandas». Son inasequibles al desaliento ... e incapaces de cambiar la sintonía. Bueno, para ser justos diremos que algunos se esfuerzan en sus mensajes. Cuenca, por ejemplo, podría habernos dicho el jueves que «el Ayuntamiento pondrá bombillas de bajo consumo en 1.201 farolas del Zaidín». Un mensaje directo, escueto y fácil de entender para todo el mundo, pero a Paco aquello le parecía un tanto vulgar, con poco fuste. En vísperas del Día del Libro y con la Feria a punto de inaugurarse había que dar empaque al asunto y lo hizo a conciencia. Los cronistas del futuro se admirarán cuando, al consultar con el ejemplar de IDEAL del viernes 21 de abril del año 2023, lean que «el Ayuntamiento de Granada avanza en la modernización del alumbrado público de la ciudad con la instalación de un sistema telemático de regulación de intensidad lumínica en función de los flujos de población en las nuevas luminarias que con tecnología Led, un total de 1.201 farolas, se están instalando en 60 calles del Zaidín». Así se publicó y así quedará para la posteridad. Vino a rematar el alcalde su faena diciendo que aquella actuación suponía «un paso más dentro de la apuesta realizada por el equipo de gobierno por mejorar la calidad del aire». El que pudo ser un día abúlico, anodino e insulso –una jornada más en esta ciudad indolente y desganada– quedará para los futuros cronistas como el cuarto jueves granadino que brilla más que el sol.

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Son portentos y milagros que no vienen así como así. Son frutos cuatrienales que los jornaleros del campo electoral buscan entre los terrones de las hazas que visitan para sembrar ilusiones y falsas esperanzas. Lo de Cuenca, al fin y al cabo, no ha sido más que un guiño a los vecinos, que pudieron asombrarse ante la facundia del alcalde al oírle hablar del «sistema telemático de regulación de intensidad lumínica en función de los flujos de población en las nuevas luminarias». ¡Ojo!, que el texto podría servir para temario de oposiciones en la Aesia. Está claro que se trató de un portento…, aunque de tono menor. Nada que ver con esas tropecientas mil casas de la Sareb que ha encontrado Sánchez removiendo unos papeles en su despacho. Eso sí es milagro. Sólo ocurre cuando Tezanos le sopla en la oreja que los jóvenes no están por votarlo.

'Conticoneso', lo más sorprendente de la semana ha sido la imagen de 'Podemos' que ha dejado Marifrán. Un 'podemos' imperativo, del verbo podar, conjugado con la precisión de viticultores y jardineros. Empezó con los árboles de Arabial y ha acabado con todos los concejales que se agrupaban bajo el logo del PP en el Ayuntamiento de Granada. Una poda que viene a ser el penúltimo capítulo de una legislatura en la que no han faltado desencuentros, contubernios y bochinches. Acabada la tala, la vallisoletana ha publicado una insólita lista en la que incluye a un señor que aparece en todas las fotos de actos y saraos oficiales y oficiosos. Un hombre que está ahí de plantón, como Mauricio Bacarisse con su gabardina blanca en las imágenes de la Generación del 27. Fue éste un poeta injustamente olvidado, «al que le faltó la suerte casi todos los días de su vida», en palabras de Jordi Gracia. El de la lista de PP no es poeta ni ensayista. ¿Cuál será su cometido?

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