Esta noche es Nochebuena

Golpe a golpe y verso a verso, no puede quedarse en el tintero la felicitación a todos los que perfuman plazas y calles con el aroma de 'maría' y su extraña sensación de vivir. El teclado me incita a incluir un afectuoso saludo a los animales que se olvidan de recoger las cacas de sus mascotas, porque sin ellos Granada no sería la ciudad singular que es. Veo que el ordenador se está yendo por donde acostumbra y habíamos acordado que hoy era un día de paz y armonía y no de críticas o reproches. Disculpen las molestias. Voy a retomar el envío de parabienes, porque hay tanta gente merecedora de un recuerdo cariñoso, que me va a faltar papel para enviarles un saludo. ¿Cómo no acordarse hoy de la Comisión Europea de Transportes, que ha dejado fuera el tren a Motril en el plan provisional hasta 2050? Esta y la del fiasco de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial han sido las dos grandes inocentadas del año que termina. El proyecto del tren de la Costa ya ha cumplido más de 150 años y le faltan, como mínimo, 25 más para que empiece a ser algo físico. No lo verán mis ojos. Ya me he hecho a la idea. Pero estarán de acuerdo los lectores en que, con este mal fario que tenemos, vamos a disfrutar de muchísimas páginas en este diario, en las que la ciudadanía y sus legítimos representantes irán desgranando argumentos y razones frente a los desaires que viene sufriendo nuestra bendita tierra desde tiempo inmemorial. El tren de papel está asegurado; el que avanza y recorta distancias es más difícil de conseguir. Y crucemos los dedos para que el ninguneo no afecte también al Corredor Mediterráneo, ya que tiene asimismo muchas posibilidades de quedarse en papel mojado. En ese plato tiene que meter la cuchara Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible. De momento su principal misión es la de cancerbero. También destaca como turiferario de Bildu. Sobre lo suyo, los transportes, se ha estrenado con escaso éxito en Madrid. Pese a todo, le deseo que tenga una noche buena. También se lo deseo a la ministra Ribera, que no puede tratar el asunto de los espigones en la Costa porque no queda un renglón libre en su agenda. Le pasa como a Juanma, que desde mayo no ha tenido ni media hora libre para aclarar el futuro del Gran Hotel Cortijo de Andalucía.