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PUERTA REAL

De Pericles a Tito Berni

Las pitonisas y los augures son más romos y sólo aciertan cuando se equivocan

Sábado, 11 de marzo 2023, 22:41

Ya mismo, como las golondrinas, diputados y diputadas saldrán en tromba los fines de semana hacia ciudades y pueblos para apoyar a los alcaldables y mostrar ante sus incondicionales los presuntos logros de sus partidos. Lo que toca ahora son elecciones municipales, no generales, pero ... da igual. Vienen de refuerzo, para ayudar a los suyos y dar caña a los contrarios. Sorprende que aún queden ingenuos, de memoria de pez, que no retengan esa imagen que el Congreso transmite a diario de poltronas vacías. La viva estampa del desafecto entre el pueblo y sus representantes. Ante este deprimente panorama, uno echa de menos a los viejos profetas –con barbas hasta la cintura, calzoncillos de piel de cordero, enarbolando un cayado mientras prometían venturas o anunciaban calamidades, con mirada enfebrecida y voz de trueno– o a las sibilas de la antigua Roma, que en la soledad de sus templos eran capaces de conocer el futuro. Los adivinos hacían su agosto, aunque no siempre acertaban. Las falsas predicciones y promesas conllevaban la mofa, el cachondeo y, a veces, la lapidación. Las pitonisas y los augures actuales son más romos y sólo aciertan cuando se equivocan. Pero los elegimos libremente y ahí están, dando prueba de nuestro desacierto. Brillan con luz de mechero sin gas, por lo que es muy difícil que puedan vislumbrar el futuro. Su falta de ingenio los lleva con harta frecuencia al insulto faltón y torpe, más propio de pandilleros de barrio y de maras latinas que de padres de la patria. Hay hasta quien se equivoca a la hora de votar. Eso por no hablar de quienes aprueban leyes sabiendo que son engendros.

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