Ni siquiera Ortega y Gasset supo explicar tan bien como Alfredo Landa la peculiaridad hispana. En 'Vente a Alemania, Pepe', protagonizada por el actor navarro, hay una frase que nos retrata fielmente como pueblo: «Usted ha venido como todos, huyendo del paraíso español».

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En Alemania, ... a los desplazados de otros lugares del mundo los reciben como «trabajadores invitados» (siempre han sido unos cachondos estos germanos). Por suerte, los granadinos que ahora emigran a las tierras de Tannhäuser van en condiciones muy diferentes a las de antaño, aunque sigue siendo duro salir de aquí para embarcarse en un país sin jamón serrano. Lo novedoso es que estos nuevos emigrantes son gente preparadísima que emigra con una carrera o dos… cientas. A la menor oportunidad laboral, médicos, enfermeros, científicos, informáticos o profesores de idiomas salen por piernas como un hipotético Cary Grant en 'Con el paro en los talones'. De qué sirve tener la generación mejor preparada de la historia de Granada, si tal generación no puede pastar (de no ganar pasta) en este prado de pena económico.

La pregunta es, ¿cómo conseguir curro (sin morir en el intento) en Granada para no tener que emigrar? Delicado tema digno de 'La nave del misterio' de Iker Jiménez. Hemos llegado a la luna, de acuerdo, pero hasta ahora nadie ha podido llegar a eso que llamamos 'pleno empleo' en Granada. Nadie ha llegado porque no existe. El pleno desempleo sí es más factible.

Al hilo de esta pena negra, me saco de la chistera –porque en ocasiones es de chiste– el recurrente tema del cambio de modelo productivo para combatir el desempleo. ¿Hay alternativa al modelo de playa y ladrillo? Lo veo difícil, porque a la dependencia económica se une la emocional y eso no se va ni con aguarrás.

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No existe el crecimiento económico infinito. Si fuese así, necesitaríamos tres planetas más para poder construir todo lo que se tenía pensado en esta ciudad. Dicho esto, pienso que el turismo y el ladrillo son por ahora imposibles de reemplazar como patrón económico.

En Granada somos lo que construimos, y si además lo construimos bien (mira la Alhambra), qué profunda emoción. Mientras tanto, sigue el goteo de paisanos que hacen el petate en busca de mejores mundos laborales. Está claro, las cifras del paro bajan por despoblación.

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