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El fiasco de Ciudadanos

Puerta Real ·

Sus múltiples disfraces de ambigüedad y conveniencia les pasarán factura ante un electorado defraudado y unas bases que ya no se reconocen en el comportamiento de sus líderes

Lunes, 17 de junio 2019, 22:38

Se les llenó la boca de decir que venían a regenerar la política, y ahora, acuerdan, pactan y comparten gobiernos con la derecha encausada, con la más rancia y retrógrada de toda la democracia, y no se les cae la cara de vergüenza ante su ... propio electorado, incluso sus bases, que ya están comenzando a ver en el señor Rivera, un arribista que llegó a la política 'desnudo', y ahora se apresura a hacer caja antes de echar el cierre, ya que ni al PP le ha ganado el sitio, y mucho menos al PSOE. Bueno está que reconozcamos que nuestro sistema electoral tiene sus lagunas, y que si sus señorías hubieran legislado ya, desde las primeras elecciones en que se detectaron deficiencias, ahora no estaríamos pagando las consecuencias de un reparto de poder a conveniencia de quien se mal llama, bisagra, o, dame por aquí, que yo te daré por allí. Hay incluso quienes llegan a repartirse la mitad de la legislatura, como si esto fuera un trueque del mercadillo armillero los lunes por la mañana. Lo del partido Ciudadanos en las últimas elecciones y su posterior reparto de alcaldías, gobiernos autónomos y postura con Sánchez para formar gobierno en la nación, es el mayor exponente de la falta de ideología, de sus muchas incoherencias, y de su falta de escrúpulos para sentarse a la mesa con cualquiera, con tal de tocar bola, aunque eso signifique desposeer a la formación del, código deontológico con el que se abanderó la marcha sobre el resto de España, desde Barcelona reivindicando la unidad patria y el centro político que el PP había abandonado. Albert Rivera y los suyos, proclamaron a los cuatro vientos, que debían gobernar las listas más votadas, pues ellos están gobernando en sitios donde la más votada multiplica por cuatro los votos de Cs. Esto pervierte al sistema democrático, permitiendo por la política de pactos en pública subasta que lleguen al poder los que menos votos sacaron, y los que ganaron las elecciones vayan a la oposición, castigados contra la pared.

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