
Hacienda no somos todos
Mi papelera ·
Tiene miga que para una vez que nos llaman a dar nuestra opinión libremente vengan luego con la monserga de que somos lelos. El resultado de estas actitudes políticas salta a la vistaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Mi papelera ·
Tiene miga que para una vez que nos llaman a dar nuestra opinión libremente vengan luego con la monserga de que somos lelos. El resultado de estas actitudes políticas salta a la vistaNo sé quien inventó eso de que 'Hacienda somos todos'. Nos engañan como a niños cada vez que lanzan un eslogan. Creen que somos tontos. ... Eso pienso cuando salen los resultados electorales y el perdedor, sea el que sea, empieza con la matraca de que los votantes se equivocan, y se echa a la calle a lanzar consignas en lugar de encerrarse en un monasterio cisterciense a meditar sobre los motivos de su fracaso. Porque tiene miga que para una vez que nos llaman a dar nuestra opinión libremente vengan luego con la monserga de que somos lelos. El resultado de estas actitudes políticas salta a la vista. Crece el número de objetores electorales. Lo cual es malísimo para la democracia, porque hay que ir a votar. Otra cosa es que no nos guste como se organizan las convocatorias electorales.
Ya sé que fijar la fecha de las elecciones es una prerrogativa de los que mandan. Pero los que mandan deberían mirar lo que es bueno para las arcas del estado, que se nutren con lo que pagamos todos. Como no estoy de acuerdo en dilapidar innecesariamente millones de euros de dinero público, soy partidaria de agrupar las fechas electorales. Pero eso nunca sucederá porque cada partido que manda hace cálculos para ver en qué fecha tendría más o menos votos; nadie calcula lo que nos ahorraríamos marcando una agenda coherente para votar. Por ejemplo, los andaluces hemos pasado hace nada por las autonómicas, en abril por la generales y en mayo las europeas y municipales. ¿Alguien ha puesto negro sobre blanco lo que llevamos gastado en eso y lo que se podría hacer con tal dinero aplicado a fomentar empleo, por ejemplo? Nadie. Claro, luego toca sacar pasta de los más vulnerables: la clase media que cobra de una nómina. Los dilapidadores saben que a la vuelta de la esquina tenemos la declaración de la renta, una nueva ocasión de exprimir el bolsillo de los débiles. Porque Hacienda no somos todos, ni mucho menos.
¿Pero quién va a negar que los verdaderamente ricos tienen más posibilidades que la clase media de salir beneficiado aprovechando mil y un trucos legales? Empecemos por autónomos y empresarios, grandes y chicos, que se desgravan de mil maneras, justificando hasta el pago de sus teléfonos a facturas de luz particulares. Es que esas cosas son casi imposibles de controlar. Sigamos por los que tributan mediante Sociedades; continuemos con los que se conocen mil artimañas jurídicas para no pagar lo que otros pagamos escrupulosamente, porque tienen servicios de expertos fiscales, etc. La lista sería larga en la España de la picaresca. Por eso me río yo de la eficacia social que va a tener la medida de incrementar el salario mínimo, aunque me parece justo subirlo. El otro día me contaba una fuente bien informada que ya han empezado los despidos discrecionales a los trabajadores que no guardan la discreción debida. Que algunos cotizan ahora por menos horas oficiales, pagando el resto sin declarar. O conminan a los contratados a echar horas extras gratis para mantener la productividad anterior. También me consta que para no reducir beneficios se despiden trabajadores, repartiendo su trabajo a los que se quedan. Seguramente los grupos de empleados más vulnerable, caso de las trabajadoras de Servicio doméstico, van a seguir cobrando lo mismo o menos; porque bastantes empleadores cambian su régimen de cotización y las contratan por horas, aunque sigan trabajando igual que antes. Eso si no deciden prescindir de ellos.
Me dirán que para evitar fraudes están los inspectores fiscales. ¡Claro! Pero habrá que multiplicar por cien los funcionarios, incrementando el gasto público. Funcionarios que por cierto ya tienen bastante vigilando a los verdaderamente ricos. Es que no les alcanza el tiempo para pillarlos a todos. Es escandaloso ver, por ejemplo, a algunos deportistas saliendo de los juzgados tras ser condenados a pagar multas millonarias por fraudes billonarios. Salen tan panchos, sonrientes, de la mano de la novia, tras pagar un poquito a cambio de no pisar el trullo. Encima van hechos una pintura, forrados de marcas carísimas y esperando que les recoja en la puerta un pedazo de coche que vale más que la casa de un obrero.
Eso sí, prueba tú a alquilar o vender un pisito que te compraste como inversión haciendo sacrificios. Veras la que te cae encima. Empieza con la plusvalía municipal, por el precio del suelo, que la pone cada pueblo según le parece oportuno. Sigue pagando al notario y al Registro de la propiedad, y espera el susto de lo que te toca tributar en el IRPF. Si echas cuentas, de lo que invertiste privándote de vacaciones durante años la mitad se lo lleva eso que llamamos Estado para gastarlo en lo que le da gana sin pedirnos permiso. Porque si supieras que tus impuestos van derechos a educación, hospitales y cosas así, lo pagabas besado. Pero mucho va a parar a dietas, despachos, encuestas electorales, televisiones autonómicas, o a convocar al electorado el día más oportuno. Por eso, acercándose las fechas de la declaración de la Renta, una lamenta la idea que tuvo de ahorrar para la vejez comprando algo. No imaginaba que lo ahorraba para dar una vejez dorada a los que no nunca ahorraron nada.
Bueno, iremos a votar y haremos la declaración de la Renta, como siempre. Pero al menos que no nos pidan que salgamos pensando que 'Hacienda somos todos'. Es que suena a cachondeo, dice mi papelera.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.