Histerias puritanas
La Carrera ·
La histeria del señalamiento es un grave virus que corroe principios fundamentales de los derechos humanos.sas con otrasAlfredo Ybarra
Miércoles, 15 de julio 2020, 00:29
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La Carrera ·
La histeria del señalamiento es un grave virus que corroe principios fundamentales de los derechos humanos.sas con otrasAlfredo Ybarra
Miércoles, 15 de julio 2020, 00:29
La publicación en Estados Unidos de una carta firmada por 153 intelectuales, en la que denuncian la creciente intolerancia hacia las ideas y las represalias ... por expresarlas, subrayando que ese clima exaltado se ha instalado en los dos lados del debate público, ha suscitado un acalorado debate sobre el derecho a discrepar y la libertad de expresión. Entre los firmantes figuran el lingüista Noam Chomsky, escritores como Margaret Atwood, Salman Rushdie, J.K. Rowling o Martin Amis; la feminista Gloria Steinem; el politólogo Francis Fukuyama; el filósofo Steven Pinker o el ensayista Malcolm Gladwell. Personajes de diferentes ámbitos, de derecha e izquierda.
El documento señala que: «El libre intercambio de información e ideas, la savia de una sociedad liberal, está volviéndose cada día más limitado. Era esperable de la derecha radical, pero la actitud censora está expandiéndose en nuestra cultura». Denuncia la intolerancia suscitada en EEUU por activistas progresistas que ha derivado en señalamientos, boicots, sanciones por publicar escritos controvertidos, retirada de libros por supuesta poca autenticidad, veto a periodistas y profesores investigados por citar ciertos trabajos. A esta corriente no es ajena la reacción desmedida en cuanto a los casos de racismo que ha derivado en ataques a estatuas y monumentos. La carta pone el foco en una situación generalizada en muchas partes. Una ola de moral puritana que poco a poco sojuzga el debate público, el pensamiento crítico y el derecho al disentimiento y al matiz. Vivimos tiempos donde la libertad de expresión en definitiva se ve menoscabada.
El documento recalca que la cultura debe dejar margen «para la experimentación, los riesgos e incluso los errores» y permitir «los desacuerdos de buena fe sin que tengan terribles consecuencias profesionales». Las malas ideas, subraya, se combaten mediante la exposición pública, argumentos y persuasión, «no intentando silenciarlas o deseando que desaparezcan». Tan malo es el puritanismo de derechas como el de izquierdas. Y las redes linchan a cualquiera que se cruce delante del fanatismo que concentran. Pero el problema, que arde en las redes, crece en espacios que deberían de defender ante todo la libertad de expresión, las formas, el sentido común, el debate de ideas, sin inquinas sectarias. Los críticos suelen llamar a esto 'cultura de la cancelación' que hace referencia a los vetos y señalamientos a creadores o docentes por cualquier desvío de la norma; o woke culture (derivado del inglés, despertar), que concierne a una actitud de alerta permanente. Para la filósofa Marina Garcés el manifiesto plantea una realidad que se extiende insidiosamente con «una cultura del miedo que convierte la curiosidad en sospecha, la crítica en acusación, las convicciones en dogmatismo y el debate en hostilidad y linchamiento».
La histeria del señalamiento es un grave virus que corroe principios fundamentales de los derechos humanos. Estamos convirtiendo las opiniones en axiomas de fe. Y no, no sólo hablamos de Estados Unidos, los lodos están en nuestros lares y muy cerca de nosotros. Como tiene dicho uno de los firmantes de la carta, Salman Rushdie: «El fanatismo, los prejuicios y la violencia o la amenaza de violencia no son valores humanos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.