¿El ser humano nace o se hace?

Desde hace años las empresas multinacionales pueden precisar de tu ADN para contratarte o no. Tu material genético almacena información muy valiosa para las empresas: tus aptitudes laborales

Marisol Zafra del Barco

Miércoles, 7 de septiembre 2022, 23:41

Mucho se ha investigado desde que en 1865 Gregor Mendel publica las conocidas 'Leyes' que llevan su apellido, pero no será hasta el 1900 cuando se trasladan a los seres humanos. Con éstas lo que se pretendía era una primera aproximación sobre las normas de ... transmisión de la herencia genética, sobre la que seguimos haciendonos preguntas de gran calado en un tema muy complejo. Pues bien, vamos a dar un paseo a través de todos los años estudio y así podremos sacar nuestra propia conclusión si es que la que existe no nos convence.

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Comencemos por saber ¿qué es el ADN? Es la abreviatura Ácido Desoxirribo Nucleico, una molécula compleja que se encuentra dentro de cada célula de nuestro cuerpo y contiene todas las instrucciones necesarias para crear y mantener la vida de una persona. Lo increíble es que todos somos iguales en el 99,99% y tan solo un 1% nos hace diferente uno de otro, ¿es curioso, verdad?

El ADN no está disperso en nuestras células, está cuidadosamente envasado en estructuras llamadas cromosomas. ¿Sabías que de no ser así el ADN de una sola célula ocuparía más de dos metros de longitud? El ADN está compuesto principalmente por cuatro sustancias químicas: adenina, timina, guanina y citosina, que se unen de un modo muy concreto: A con T y C con G.

Debemos imaginarnos el ADN como dos cadenas que se unen formando una doble hélice o una escalera de caracol. En 1953 fue descubierto por James Watson y Francis Crick, lo que supuso un gran avance en la historia de la biología. Millones de adeninas, timinas, guaninas y citosinas se unen formando una secuencia que sigue un orden determinado como 'AAATTCGAGTCAATTGCCTATCCTCGAGTCAACCTATCCA'. Esta es una secuencia completa de las sustancias químicas que compone nuestro código genético, nuestro genoma y determinadas secuencias de estas 'letras' dan lugar a 'frases' conocidas como genes.

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Podemos decir que el ADN es el mapa genético de nuestro cuerpo y vida. Está formado por distintos sistemas: el respiratorio, el circulatorio, el neurológico, el digestivo, entre otros. Todos llevan a cabo distintas funciones que actúan de forma organizada para mantenernos con vida. La célula del corazón no realiza las mismas funciones que la del hígado. Nuestro cuerpo es el fruto de la unión de solo dos células: el espermatozoide del padre y el óvulo de la madre. Y se preguntarán ¿cómo es posible que tengamos tantísimos tipos de células diferentes que llevan a cabo distintas funciones? La respuesta vuelve a estar en el ADN; el genoma contiene toda la información necesaria de nosotros es como nuestro DNI.

El cáncer es un buen ejemplo para conocer las armonías internas de la pregunta ¿hace o se hace? Pocos cánceres son hereditarios, pero todos son genéticos, porque se deben a una acumulación de mutaciones en el texto del ADN de nuestras células. Cada una de nuestras neuronas o de nuestras células del hígado lleva una copia del genoma humano entero y gracias a eso puede funcionar. El ADN no es solo el vehículo de la herencia de padres a hijos, sino también el manual de funcionamiento de cada una de nuestras células durante toda la vida y nuestras enfermedades. Entonces, ¿el cáncer es naturaleza o crianza? Es las dos cosas. Todos hemos visto cuando en una familia varias generaciones de mujeres han muerto de cáncer de mama. En este caso, la herencia es la que pesa: las mutaciones con las que esas mujeres nacieron fueron la causa de su destino fatal.

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Los últimos resultados de los grandes proyectos de genómica del cáncer demuestran que, en efecto, un tercio de los cánceres que azotan al mundo se deben a hábitos de vida arriesgados, como fumar, quemarse en la playa o comer más de lo estrictamente aconsejable. Pero los dos tercios restantes no son culpa del paciente, sino producto del azar. Desde que el óvulo y el espermatozoide se fecundan, nuestras células se dividen cientos, miles o decenas de miles de veces, según a qué tipo pertenezcan.

Desde hace años las empresas multinacionales pueden precisar de tu ADN para contratarte o no. Tu material genético almacena información muy valiosa para las empresas: tus aptitudes laborales. Podría ser mucho mejor que un currículum a la hora de buscar nuevos trabajadores.

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Y llegado a este punto para responder a la pregunta si el hombre ¿se hace o nace? se realizó una investigación con gemelos, idénticos, separados al nacer. O sea, misma genética pero distinta educación. El objetivo del estudio fue comprobar hasta qué punto las vidas de los hermanos gemelos, que no se habían visto nunca, era similar, lo que pondría el peso en la genética y si era distinta el peso estaría entonces puesta en la educación.

Los resultados fueron sorprendentes. Había similitudes extraordinarias que los investigadores concluyeron que los genes eran determinantes y que la educación tenía poca o ninguna influencia. Esta noticia fue recogida por todos los periódicos del mundo incluyendo el New York Times. De esta manera, la creencia de que «el ser humano nace» se instaló en la mente para muchos pero que de ser cierta esta conclusión sus efectos serían dramáticos para la humanidad, ya que el esfuerzo del ser humano por aprender y avanzar sería no tendría un efecto decisivo.

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Así que ahora saquen ustedes sus propias conclusiones.

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