
Argentina
Javier Milei quiere corregir el desmadre macroeconómico del kichnerismo y estabilizar la economía, equilibrando las cuentas públicas.
Javier Pereda Pereda
Jueves, 23 de noviembre 2023, 23:48
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Javier Pereda Pereda
Jueves, 23 de noviembre 2023, 23:48
El electorado argentino acaba de otorgar la oportunidad al profesor y economista Javier Milei para que aplique las políticas económicas liberales prometidas, tras el fracaso ... de las recetas peronistas. Milei y la conservadora Patricia Bullrich han conformado en la segunda vuelta un frente común para derrotar al establishment peronista, con su candidato el justicialista Sergio Massa, ministro de Hacienda del kichnerista Alberto Fernández. El reto que se le presenta al líder liberal para dar un giro copernicano a la economía de la República del Plata, al borde del colaps o, en recesión y con hiperinflación, constituye un desafío extremo.
Este país federal consta de 24 provincias, y toma el nombre del Río de la Plata (que conduce a yacimientos argentíferos) y la ciudad de La Plata ('Argentum'). Esta nación, una de las más ricas del mundo, con 46 millones de habitantes, presenta una renta per cápita de 13.622 dólares, una inflación de un 140% y un índice de pobreza que afecta al 40% de la población. Ante este panorama económico los argentinos están escarmentados de las políticas desarrolladas en América Latina por el Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo, que sólo han generado pobreza. El liderazgo de Milei –criticado por los medios afines al marxismo cultural, le asemejan a Trump, Bolsonaro o Meloni— ha irrumpido con una motosierra, como símbolo del recorte drástico del gasto público e impuestos, y equilibrar las cuentas del Estado.
Para comenzar, ha reducido de 19 a 8 ministerios, pretende simplificar las trabas burocráticas y fomentar el libre comercio. Quiere corregir el desmadre macroeconómico del kichnerismo y estabilizar la economía, equilibrando las cuentas públicas; frenar la mone- tarización de la deuda a través del banco central, origen de la elevada inflación, al imprimir más dinero con las sucesivas devaluaciones del peso.
La estabilidad económica a la que se ha comprometido este economista de la escuela austriaca pasa por la ingente dificultad de dolarizar el peso y facilitar la inversión extranjera; pero este proyecto sólo se podrá realizar de forma gradual, mediante reformas y a largo plazo. Consciente del hándicap de que no cuenta con los apoyos suficientes en el Congreso y el Senado para aprobar cambios legislativos de calado, tendrá que acometerlos mediante decretos leyes. Esta modificación del paradigma económico en Argentina, será atentamente analizada por el resto de las economías fallidas de los países latinoamericanos; va siendo hora de que, por encima de las ideologías de corte populista-comunista que imperan en Latinoamérica, se instale el pragmatismo económico y el bienestar social.
Las relaciones hispano-argentinas siempre han sido fraternales y cercanas, porque están agradecidos al aporte cultural y espiritual realizado a lo largo de la historia. La Corona Española hizo posible que en 1516 la expedición de los exploradores españoles Juan Díaz de Solís se introdujera por el Río de la Plata, y Fernando de Magallanes por la actual Santa Cruz, para mezclar su sangre con los habitantes de aquellas tierras. Las misiones jesuíticas guaraníes (1600) evangelizaron a todos los indígenas y moradores de las provincias de Corrientes y Misiones, en Paraguay y Brasil. La hegemonía española en Argentina duró hasta la Revolución de mayo 1810 y su definitiva Independencia con la figura del general San Martín, considerado Padre de la Patria.
Para entender la situación política actual en Argentina tenemos que remontarnos a la elección como presidente en 1946 de Juan Domingo de Perón que, junto a su esposa, Eva María Duarte de Perón (Evita) –fallecería cinco años después–, encabezaron un movimiento basado en la justicia social, que perdura hasta nuestros días. La convulsa política argentina –con golpes de estado militares– hizo que en 1951 fuera reelegido; después se exilió durante dieciocho años y, finalmente, en 1973, al legalizar el peronismo obtuvo su tercer y último mandato presidencial. Le sucedería su segunda esposa, María Estela Martínez de Perón. A Raúl Alfonsín (1983-1989) se le considera el padre de la democracia moderna. Carlos Menem (1989-1999) el presidente que más tiempo gobernó. En lo que llevamos de siglo el kirchnerismo continúa la estela peronista. Resulta paradójico que mientras Argentina se liberaliza, España se peroniza. Vienen a cuento la canción con letra de Tim Rice y música de Andrew Lloyd Webber: «No llores por mi Argentina/ Mi alma está contigo/ Mi vida entera te la dedico/ No te alejes, te necesito».
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