AESIA y el reventón cálido

El indignante y vergonzoso comportamiento del Gobierno de Pedro Sánchez con la IA me subleva. No me extraña que el PSOE perdiera un diputado en Granada en las últimas elecciones, además de la mayoría en el Senado. Poco me parece, si les soy sincero. Como haya que volver a las urnas y el ejecutivo central siga abundando en esta espinosa cuestión, lo llevan claro los socialistas granadinos, por mucha cumbre europea que se traigan a la Alhambra. Un par de averías más en el AVE y otra propuesta de conectar Granada con Madrid recorriendo la España vaciada en un viaje de 19 horas y media y lo mismo no rascan ni un diputado.

En estas cuitas estaba cuando llegó el reventón cálido. Nos sorprendió en pleno rebalaje, a escasos centímetros del mar, tomando un perolo de sangría en La Chucha. Me dio penilla perdernos el primer partido del Covirán de baloncesto en casa, pero en mi cabeza, agosto es inhábil para todo lo que supongan rutinas, calendarios y obligaciones, más allá de las estrictamente laborales… y de la selección de Scariolo & co.

Empezó a soplar un aire ardiente y a llenársenos los ojos de arena. Recogimos en un pispás y preparamos la casa para la que se venía encima, quitando la ropa de los tendederos y tratando de sujetar todo lo que podía salir volando. ¡Menuda nochecita! La peor parte se la han llevado, como no podía ser de otra manera, los agricultores de la Costa Tropical que han visto caer sus aguacates y mangos de los árboles. ¡Lo que les faltaba, con la ruina que ya tienen encima por culpa de la sequía! Y Rules ahí, viendo pasar el tiempo.

Ayer fue un domingo extraño en las playas, vacías y azotadas por el poniente, con la bandera roja prohibiendo el baño. Seguía la calor, eso sí, y el aire sahariano, tan desagradable. A ver lo que dura, que se vuelan los toldos, caen los árboles, se nos cuecen las ideas y así no hay manera.