El mal humor de TV3

Lo que mola todo es que los supuestos humoristas —qué ingenio, mezclar la virginidad con echar polvos, ¡cómo no se le habría ocurrido a nadie antes!— han conseguido poner de acuerdo a Moreno Bonilla y a Teresa Rodríguez. ¡Para que no se diga! Juan Espadas, sin embargo, no ha dicho esta boca es mía. Al menos, en twitter. Será que el PSOE está ya trabajando por un futuro pacto de gobierno tras las elecciones de noviembre y se apuntará este silencio humorístico en el haber, cuando toque hablar con ERC.

Más que exigir disculpas a los perpetradores de chistes tan ingeniosos como el de ir más caliente que el palo de un churrero, que ya era viejo, triste y rijoso hace medio siglo; yo le encargaría al equipo de Juan y Medio un especial de humor casposo sobre lo agarrados y tacaños que son los catalanes, así en general. ¿Será por humor grueso, basto incluso? Un especial de humor negro que ironice sobre lo quemada que tienen a la Moreneta los fieles que se resisten a hablar el catalán en la intimidad o acerca de la corrupción en el Barça, que más que un club parece un cenagal. ¿Será por hacer chistecicos cutres y de andar por casa?

Fino humor político sobre el 3% del clan Pujol o la presidencia de la república catalana en el exilio, representada por el heroico Puchi escondido en el maletero de un coche a la fuga mientras Junqueras acababa enchironado. Si es que te pones de buen humor y esto es un no parar.

Es posible, claro, que luego se te cabree algún amigo de por allá, igual que se han mosqueado algunos de por acá. Es lo que tienen los límites del humor, que son muy difusos y tanta broma salerosa corre el riesgo de írsenos de las manos.