La Mesa de las Águilas

Me equivocaba, efectivamente. Me equivocaba porque en Granada siempre podemos estar peor en materia de comunicaciones. Verbigracia, la información de Javier Morales sobre la supresión del vuelo con Londres desde nuestro aeropuerto.

De este vacío no se le puede echar la culpa al PP… todavía. Pero tienen que empezar a moverse. Y a conseguir resultados. A mí se me ocurre que una gran idea sería convocar de urgencia a la llamada Mesa del Aeropuerto de Granada. Tras la reunión, podrían hacerse una foto que refleje la unidad institucional y emitir un comunicado contundente.

Sabido es que cuando las Fuerzas Vivas de Granada se unen, dan miedito. Sobre todo porque, en cuanto cruzan Despeñaperros o salen por Antequera, se convierten en Fuerzas Zombis a las que nadie hace ni puñetero caso. Lo mismo si le cambian el nombre y le ponen 'Mesa de las Águilas' se la tomarían más en serio en Moncloa y San Telmo. O 'de los Halcones'.

Otra gran idea que no se le habrá ocurrido a nadie: preparar unos folletos cuquis para llevar a Fitur y conquistar a todos los operadores que por allí pululen con el binomio Alhambra-Sierra Nevada. Y que nuestros concejales vayan a muchas más ferias internacionales de turismo, algo que tan buenos réditos nos ha dado hasta la fecha, ¿verdad?

Al final iba a tener razón Torres Hurtado y el gran aeropuerto de Granada acabará siendo el de Málaga. Lo mismo hay que rendirse a la evidencia, cerrar el aeródromo de Chauchina de una vez por todas e invertir de forma decidida en un sistema de lanzaderas que nos comuniquen con la Costa del Sol de forma rápida, segura y frecuente, tanto de día como de noche. Iba a escribir algo de un AVE realmente útil, pero mejor me callo.

¿Y nuestro flamante aeropuerto? Se le podría ceder al Ejército del Aire y construir un gran parque en lo que hoy es la Base de Armilla, además de ampliar el PTS. O se podría convertir en un fastuoso huerto solar, tan llanito como está aquello. Se podrían plantar más choperas y/o dedicar la zona sin asfaltar a huertos urbanos. Se podrían elevar molinos eólicos y convertir los edificios en un estudio de cine. O en el Escape Room más grande del mundo. ¿Será por posibilidades?