Con la música a otra parte

Por el Generalife, Alhambra (Granada), han pasado estos últimos años Suede, Texas, Simple Minds o Diana Krall. Y un tal Dylan. Bob Dylan. Lo han hecho en el marco de un ciclo llamado 1001 Músicas-CaixaBank. Detrás de todo ello, Pepe Rodríguez y su empresa, Proexa, que consiguieron levantar el proyecto de la nada para elevarlo a los altares.

Me he referido a la parte musical de 1001 Músicas. Ahora, la parte más fría. La meramente numérica. Les podría hablar del impacto mediático, de los cientos de noticias generadas, etc. Pero me quedo con dos cifras esenciales: 6.383.431 euros de impacto económico en Granada en 2024. En total, más de 14.000 entradas vendidas con público de hasta 42 países diferentes.

Pero, sobre todo, el chute de autoestima y el impacto emocional de que esos artistas internacionales hayan pasado por Granada, contribuyendo a posicionar a la ciudad como uno de los centros neurálgicos de la música mundial.

Leo que en el concurso convocado para las actividades musicales de este verano en el monumento nazarí no ha ganado Proexa. Y he visto el portfolio musical que maneja SEDA, la empresa que se ha hecho con la concesión (lo pueden mirar en www.comolaseda.com) y yo qué sé… Cualquier cosa que se lleve al Generalife lo va a petar. Eso lo damos por descontado. Por el marco. Por el espacio. Por el entorno. ¡Es la Alhambra, demonios! Y precisamente por eso, allí sólo se puede llevar lo mejor de lo mejor. La nueva concesionaria se ha comprometido a presentar un programa de conciertos «que van a gustar mucho al público. Estamos seguros de que lo pasará bien», informaba José Antonio Muñoz. ¡Uf! Llámenme pesimista y suspicaz, pero si el baremo es 'pasarlo bien'…

Habrá que esperar acontecimientos.