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Ficciones felizmente recuperadas

José Abad

Viernes, 22 de noviembre 2024, 23:10

A medida que un autor va sumando títulos a su bibliografía, algunos libros se quedan irremediablemente atrás, a veces arrinconados, otras olvidados en alguna curva del camino. Se da además la circunstancia de que las obras mayores de cualquiera —las de mayor éxito, las de ... mejor fortuna crítica— tienden a sumir en la sombra, o incluso aplastar, las consideradas menores. El buen lector no debería dejarse influir por esto y recordar que tan importantes son las unas como las otras: esos títulos de menor repercusión o relieve a menudo han servido para desbrozar senderos o incluso hollar por primera vez territorios luego decisivos. Después de muchísimo tiempo he releído dos obras de Antonio Muñoz Molina —'Los misterios de Madrid' y 'Carlota Fainberg', reeditadas no hace mucho por Seix Barral—, y me reafirmo en lo dicho. Estos dos trabajos se publicaron entre 'El jinete polaco' (1991), 'Plenilunio' (1997) y 'Sefarad' (2001) y en mi recuerdo estaban oscurecidas por el fulgor de estas otras novelas. Y hay mucho bueno en ambas. Mucho.

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