Más madera

Se acabaron los agravios. Sí, esos que a los jienenses ni nos suenan, pues nunca los padecimos.

José Ángel Marín

Lunes, 17 de junio 2024, 23:48

De singularidad, trato especial, condonación de deuda, ventajas de financiación y cuponazos, se sabe mucho en Jaén. De todas esas patentes de corso y también ... de solidaridad territorial andamos aquí sobrados. No hay más que darse un garbeo y mirar el patio en empleo, inversiones e infraestructuras. Sí, que le vamos a hacer, somos 'la pera' y aquí estamos tan campantes escupiendo por un colmillo. Y en ello redunda ese colosal partido localista que con tanto vigor procura crecimiento económico. En fin, a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.

Pero no hurguemos en la herida, paisanos. Ya era hora de que el poder político mirarse también hacia otros lugares; no íbamos a ser siempre los mismos los beneficiados. Hay que repartir juego, hombre. De ahí que ahora las lumbreras del gobierno avancen la necesidad de un tratamiento especial para Cataluña. Ya tocaba, leñe.

Veamos. Es muy socorrido acudir a la idea de 'singularidad' para privilegiar a una parte del territorio y discriminar al resto. En esto han caído, por fin, los sabiondos asesores de Moncloa (tres o cuatro como mucho, que diría el doctor Simón, aquel galeno sin MIR que antes de hablar se echaba a la boca un puñado de almendras, y que tanto nos consoló en lo peor del Covid), digo que, si no era bastante con ese bodrio legislativo que llaman amnistía, ahora estos egregios asesores se sacan otro conejo de la chistera: la 'singularidad catalana'.

El nuevo lema, es decir, singularidad con pala escavadora, es el eslogan con el que nos bombardearán hasta que la cosa cuele, hasta que se interiorice como dogma, que, claro, se traduce en canonjía económica que ya quisieran muchos paraísos fiscales, y que dejará en mantillas al cupo vasco.

Por tierra, mar y aire, extenderán la singularidad que predican ahora desde el púlpito del poder. Se propagará con fervor por los monaguillos mediáticos que 'gratis et amore' sirven al puto amo. Eso sí, el adoctrinamiento del que seremos objeto, utilizará ese término y otros muchos eufemismos, toda suerte de circunloquios, rodeos y perífrasis hasta que los españolitos se convenzan de que Sánchez se queda corto arrimando a los 'indepes', que es de pura y elemental justicia llenarles el bolsillo, que los desequilibrios territoriales no pueden cebarse con la sufrida Cataluña.

Se acabaron los agravios. Sí, esos que a los jienenses ni nos suenan, pues nunca los padecimos. Ha llegado el momento de ser generosos. ¡Más madera!, diría Groucho. La amnistía es 'peccata minuta'. Y seamos los jaeneros los primeros en meter mano en pecho –y en la cartera-. Seamos desprendidos, que ya está bien de granjear a nuestra favorecida tierra. Ya está bien de que Jaén se lo lleve crudo y calentito. Es hora de apretarse el cinturón en pos de una causa mayor. Un poquito de por favor y de reequilibrio y compensación (la que haga falta) para esos olvidados territorios catalanes. Tú pide por tu boca, Puigdemont. ¡Ea!