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Es muy saludable irse al descanso habiendo cenado lo suficiente para no tener pesadillas. Recordemos aquel refrán que se decía hace años, a modo de aviso a los hambrientos nocturnos: «De grandes cenas están las sepulturas llenas». Mas hay algo peor que irse a la ... cama con el estómago atiborrado de 'gloria bendita' o 'infierno maldito': no haber hecho la digestión de tantas noticias de política y aledaños, provocadoras de ansiedades.

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