Entierro masivo en el cementerio de Jan Junis (Gaza). EFE
Huesos de Aceituna

El abismo no está tan lejos

En definitiva, nos está quedando un mundo de lo más hermoso para dejar a nuestros hijos e hijas. Para los más pesimistas, quizás al borde de la Tercera –y última, claro está– Guerra Mundial.

José Luis González

Sábado, 28 de septiembre 2024, 00:11

Esta semana los municipios de Cazorla y La Iruela han tenido la suerte de recibir la visita de Pablo Benavides Orgaz, un casi paisano –es natural de Villacarrillo– que ha sido invitado a ofrecer dos conferencias sobre la dura realidad que vive nuestro planeta. Ello ... gracias en gran medida a un amigo de infancia y juventud, cazorleño de adopción, como es Ramón Poblaciones, profesor jubilado muy querido en Cazorla y que también fue concejal de este municipio. Una gran oportunidad de conocimiento para esta comarca dado que Benavides Orgaz ha sido una de las personalidades españolas más relevantes de la diplomacia europea durante el último medio siglo. No en vano es embajador vitalicio y en su currículo se pueden encontrar cargos como el de Embajador de España en la ONU o en la OTAN, la titularidad de embajadas tan complejas como las de Libia, Hungría o Sudáfrica, y la representación española en la diputación permanente de España en la UNESCO.

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Desde un punto de vista muy pragmático y dentro del marco ideológico de la socialdemocracia europea, el diplomático villacarrillense analizó con ánimo didáctico y conciso los dos conflictos que arrasan hoy los territorios de Ucrania y Palestina, donde Rusia e Israel están segando las vidas de decenas de miles de seres humanos. Sin dejar de lado, la complejidad sociopolítica de determinadas zonas fronterizas del territorio ucraniano ni la responsabilidad asesina de Hamas en el inicio de las hostilidades en Gaza. Y llamando también la atención sobre las grandes amenazas que se ciernen hoy sobre las democracias occidentales, y particularmente sobre la Unión Europea, «única organización internacional en la que los estados que la componen -27 a día de hoy- han realizado una transferencia parcial de su soberanía, algo inédito en la historia que debemos conservar y en lo que tenemos que profundizar, porque sus instituciones nos protegen, algo de lo que muchas veces no nos damos cuenta», aseveró el veterano diplomático.

Atribuyó el ataque ruso a la integridad territorial de Ucrania -que se ha llevado ya por delante más de 150.000 vidas inocentes- a múltiples factores sociopolíticos desde la caída del muro de Berlín, pero sobre todo a la introducción del sistema democrático en la propia Rusia, que es, asegura Pablo Benavides, «el verdadero enemigo de Putin, y no la OTAN, que jamás ha amenazado a ese país». Lo que le ha valido para hacer saltar por los aires, además de buena parte de las infraestructuras básicas ucranianas, todos los tratados internacionales firmados por la propia Rusia, de tal modo que para la buena salud de la Democracia alrededor del mundo «Rusia no puede ganar y Ucrania no puede perder».

En cuanto al conflicto en Palestina, este se desarrolla, a juicio de Benavides Orgaz, en ese Oriente Medio dominado por «la combinación de un poder colonizador egoísta y un liderazgo regional, árabe y judío, tóxico». Territorio también preñado de complejidades geoestratégicas, religiosas y sociopolíticas, e intervenido por occidente tras la Segunda Guerra Mundial precisamente por patrocinar el nacimiento del estado de Israel. Donde el interés y la «mala conciencia» europea han servido a diversos dirigentes israelíes y a parte de su ciudadanía –a menudo, los más extremistas– para abusar de su estatus, incluso llevándose por delante a grandes compatriotas como el socialista Isaac Rabin, asesinado en 1995 por un colono de la extrema derecha y protagonista del «único intento serio de caminar hacia la paz en la Conferencia de Madrid y en los Acuerdos de Oslo», según el diplomático. Un camino que hoy culmina con el sanguinario mandato de Benjamin Netanyahu, que, junto a la sed de venganza y muerte de Hamas, se han llevado por delante a más de 40.000 palestinos y han arrasado un territorio en el que aún viven más de 4 millones de seres humanos, la mayoría desplazados de sus hogares.

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En definitiva, nos está quedando un mundo de lo más hermoso para dejar a nuestros hijos e hijas. Para los más pesimistas, quizás al borde de la Tercera –y última, claro está– Guerra Mundial. Además, en el medio de una evidente crisis de liderazgos sólidos, con gobernantes más preocupados por los votos que por el interés de sus gobernados, y más guiados por la hipocresía que por el arrojo y la pericia en su acción de gobierno y en las relaciones internacionales. Y una ciudadanía inerte y envenenada por la información defectuosa que campa a sus anchas por las redes sociales. Poniendo sordina a voces tan interesantes e imprescindibles como la de Pablo Benavides Orgaz.

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